La noche más linda [Pedri & Gavi]

20.

Nos habíamos quedado dormidos y eran las 19:27, la cena era a las 20:00 y el local no quedaba muy cerca que digamos.

–. ¡Pablo, sal ya!– Dije apoyado contra la puerta, teníamos el tiempo contado y él se estaba tardando más de la cuenta.

–. ¡Voy, voy, me estoy lavando el pelo!– Fui a la cama a sentarme y espere pacientemente a que saliera, aunque por dentro estuviera temblando de los nervios.

Tenía algo en mente y estaba dispuesto a hacerlo, repase una y otra vez el discurso mental que sabía que al momento de decirlo se me olvidaría hasta el más mínimo detalle, pero es lo que hay.

–. ¡Corre, anda!– Salió solamente con una toalla en la cintura y al entrar al baño comencé a desvestirme rápidamente, prácticamente corrí para meterme bajo el chorro de agua e hice mi higiene personal lo más rápido que el cuerpo me permitía.

Al salir casi me resbale pero logré sujetarme de la pared, escuché una risa suya y solo pude sonreír e ir corriendo hacia la ropa que ya tenía preparada.

Ambos íbamos ni tan sencillos ni tan elegantes. Él llevaba puesta una camisa blanca remangada hasta los codos con un pantalón beige y yo una camiseta blanca con un pantalón negro que daba parecía de vestir.

Cogimos todo lo necesario, billetera, teléfono y llaves, antes de salir ambos miramos la habitación, la cual estaba hecha un desastre.

–. Ya luego lo arreglaremos...– Dije yo antes de cerrar la puerta con llave ir corriendo al vestíbulo mientras que pedía un taxi por el móvil.

3 minutos exactos bastaron para ver a la persona que nos llevaría fuera de la universidad, ambos nos subimos al coche e indicamos a donde íbamos.

Al llegar le pagamos y bajamos, miré a Pablo antes de entrar y lo noté nervioso, me acerqué a él y lo miré algo preocupado, cosa que él pareció notar.

–. Hey, estoy bien ¿si? Solo estoy algo nervioso porque es la primera vez que veo a tus padres desde que somos pareja– Susurró únicamente para que yo lo escuchara, quería besarlo, abrazarlo y hacerle saber que todo iba a salir bien, pero por mucho que quisiera, este no era el lugar para hacerlo.

–. Todo va a salir genial ¿vale? Ten en cuenta que ellos ya te adoran– Logré sacarle una sonrisa y cuando lo noté menos tenso nos abrimos pasó hacia el local.

Al estar en la entrada me acerqué a la señorita que estaba allí y le pregunté por la reservacion a nombre de Fernando González, noté como miraba a Pablo de arriba a abajo, inspeccionando su cuerpo con algo de nerviosismo, sentí como una nueva sensación se apoderaba de mí cuerpo y por puro instinto me acerqué más a él ocultando ligeramente su cuerpo detrás del mio –. ¿Me escuchó o quiere que se lo repita?–

Ella asintió nerviosa y busco el nombre de mi hermano entre las reservas, al encontrarlo me señaló en donde estaba la mesa y agradecí porque era en una zona casi desolada, lugar en donde todos podíamos estar tranquilos sin temor alguno.

Asentí y ni siquiera le di las gracias, solo tomé a Pablo de la muñeca sin mucha fuerza para que me siguiera, estaba caminando algo rápido y cuando se safo de mí agarré y me alcanzó me susurró –. ¿A ti que te pasa ahora?–

–. ¿No viste como te miraba?– Soné algo irritado al decirlo, pero en vez de notar alguna queja de su parte, solo sonrió ligeramente y continuamos caminando sin decir nada más.

Al llegar pude ver a mi papá, mi mamá y Fer sentados allí esperándonos, cuando notaron nuestra presencia sonrieron y se nos acercaron para saludarnos.

Mi padre y mi madre casi me asfixian con su abrazo, eso me causó gracia y solté una risita, Fer simplemente me abrazó y luego me dio unas tres palmadas en la espalda mientras sonreía. Cuando fue el turno de que saludaran a Pablo mi papá lo abrazo y le dio una palmada en la espalda amigablemente, pero mi madre lo abrazo con fuerza y le dio un besito en la mejilla, sabía perfectamente que ella lo quería mucho, Fer lo saludo casi igual a como lo hizo conmigo, solo que a él le dio un suave empujón en el hombro de broma.