La noche más linda [Pedri & Gavi]

34.

Estaba en la habitación, aburrido sin saber que hacer. Los Buyer no llegaban hasta después del almuerzo y el entrenamiento era recién a las 16:00 ya que el sol del mediodía era algo fuerte, entonces el Mister estaba probando rotar las horas de entreno.

Decidí apagar todas las luces, bajar un poco la temperatura del aire acondicionado y echarme una siesta, aunque desde temprano me haya comenzado a picar la garganta y no me sentía al 100%, según yo descansar era la mejor solución.

Cerré los ojos, y luego de haberme dado un par de vueltas en la cama, logré conciliar el sueño.

Media hora después desperté algo aturdido, por alguna extraña razón sentía sentía la cabeza me daba vueltas y no tenía fuerzas suficientes para levantarme de la cama, tampoco tenía ganas, así que como pude fui hasta el armario (donde por fin habíamos acomodado nuestras pertenencias) y saqué la primera sudadera que vi para ponérmela.

El cuerpo me pesaba más que de costumbre, pero realmente no me importo mucho ya que al poco tiempo volví a tirarme en la cama a dormir.

Pov Gavi:

Estaba caminando de vuelta a la habitación, agradecía encontrarme mucho más relajado luego de haber tomado un poco de agua.

Saludé a los compañeros que me encontraba por el camino, pero los que me atajaron fueron Ferran y Eric, como siempre.

–. Buenos días– Saludó Torres con una cara de recién despierto increíble.

–. ¡Hola Gavi!– Dijo Eric, siendo él más energético de los dos.

–. Buenas ¿que tal todo?– Pregunté mientras sonreía ligeramente.

–. ¡Bien!– Soltó García –. Oye, por cierto, queríamos decirles una cosita...– Le pegó un codazo a Ferran y él reaccionó.

–. Es verdad, Álvaro encontró un monopoly y nos invitó a jugar ¿queréis venir?– No lo pensé mucho y asentí, nos vendría bien distraernos luego de todo lo que está ocurriendo.

–. Por fin algo nuevo, ya estaba un poco hasta los cojones del fifa– Dije en broma, los tres reímos y luego hablo García.

–. Eso es porque eres malisimo– Frunci un poco el ceño y me crucé de brazos.

–. ¿Y tú eres djmario ahora o qué?– Sonrió y me dio un ligero empujón.

–. Ya, pero al menos soy mejor que tú– Ferran le dio la razón y yo solo negué.

–. Lo que tú digas, pero bueno, os dejo porque Pedri me está esperando– Los dos asintieron.

–. Venga, dile sobre lo de jugar más tarde ¿vale?– Levanté el pulgar en modo de afirmación y caminé de vuelta hacia la habitación.

Al entrar el frío que hacía por el aire acondicionado me chocó de golpe haciéndome tiritar un poco. Cerré la puerta tras mía y me acerqué despacio hacia la cama, donde se encontraba durmiendo plácidamente.

Me acosté a su lado y dejé un beso en su mejilla –. Mi amor, ya llegué– Susurré mientras apartaba suavemente el pelo de su frente.

No me respondió, cosa que se me hizo extraño ya que normalmente es de sueño muy liviano, cualquier cosita ya lo despierta.

–. ¿Pedri?– Pregunté yo, nada de vuelta. Apreté los labios y lo movi un poco –. Pedro, despierta– Dije llamándolo otra vez.

Me estaba empezando a asustar, así que lo moví con mucha más brusquedad –. ¡Levántate, ya es de noche!– Por mucho que lo esté por tirar de la cama no abría los ojos.