23.

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Estaba sentado en el sofá del balcón de la habitación solamente yo porque me había despertado antes que Pablo, y bueno, quería dejarlo descansar.

No me equivocaba cuando dije que esto reventaria en todas las redes sociales, cuando me metí a ver porque mi nombre aparecía entre las tendencias de Twitter vi cada cosa...

"El famoso futbolista Pedri González, jugador de fcbarcerlona, internacional con la selección española, causó revuelo por su polémica celebración tras marcar contra la selección japonesa"

"¿Pedri oficialmente con pareja? Las imágenes de la nueva y llamativa celebración con la inicial "G" en el mundial Qatar 2022 despues de poner el marcador 2-1 dejó con dudas a muchos de sus fanáticos"

"Ya estuve buscando en sus seguidos y encontré una chica que se llama Gabriela, eso solo confirma que es su novia 👀"

Y montón de mierdas más esparcidas por toda la red social, quería, no, necesitaba salir a dar explicaciones para que dejen de decir ese tipo de cosas.

Por mucho que en el fondo me molestara, no podía evitar sonreír un poco por dejar en claro que ya no estaba disponible para nadie. Dejé el móvil a un lado y me dedique a observar el cielo que comenzaba a iluminarse.

Me quedé allí abrazando una almohada mientras que intentaba que la sudadera me cubriera por completo de la brisa fresca mañanera como llevaban siendo las últimas dos semanas.

Cuando estaba a nada de volver a dormirme allí cómodamente escuché como unos pasos se acercaban y un peso más se hizo presente en el sofá, me acomodé un poco mejor y apoye mi cabeza en su piernas aún sin soltarle la almohada.

Escuché una risa suya y sentí como comenzaba a acariciarme el pelo –. Buenos días–

–. Buen día príncipe– Me coloque boca arriba para verlo mejor y me dedicó una de esas sonrisas que tanto me encantaban –. ¡Es verdad, te iba a mostrar algo!– Me levanté y cogí mi móvil para abrir Twitter y enseñarle las tendencias.

–. Me lo esperaba, no te lo voy a negar– Me quitó el móvil y él mismo comenzó a mirar lo que decía, con los primeros tweets frunció el ceño indicando que lo que leía no le agradaba del todo, pero cuanto más bajaba más se notaba esa ligera sonrisita que se le quería escapar.

–. ¿Tú crees que me van a preguntar algo cuando bajemos?– Dije yo mirándolo mientras me iba acercando un poco más.

–. Dejame decirte que te preguntaran hasta por el tipo de sangre de la persona a la que se lo dedicaste, o sea a mi– Apoyé la cabeza en su hombro y suspiré.

–. En caso de que me pregunten en la entrevista que tengo esta tarde ¿que quieres que diga?– Tampoco iba a andar de boca suelta diciendo todo sin consultarle primero, él apoyo su cabeza sobre la mía y se quedó callado un par de segundos.

–. Yo creo que... hagas lo que creas conveniente, pero ya es medio obvio que ya suponen que tienes algo con alguien– Asentí ligeramente y me mordí el labio mientras intentaba pensar en alguna forma de aclarar las cosas de manera disimulada.

Sentí como se movió un poco para quedarse de frente a mi y colocar una de sus manos sobre mi mejilla, acariciandola con cariño –. ¿Ya te he dicho que te amo demasiado?– Preguntó él, yo reí y agaché la cabeza algo nervioso y negué.

–. Hoy es la primera vez que me lo dices, pero yo también te amo mucho, muchísimo– Me acerqué un poco más para poder besarlo, rodeando su cuello para atraerlo un poco más hacia mi.

La noche más linda [Pedri & Gavi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora