21.

5.5K 275 93
                                    

Estábamos en el comedor almorzando justo después de entrenar, hoy Pablo y yo habíamos decidido que no pisariamos la habitación hasta la tarde y conviviriamos un poco más con nuestros compañeros.

–. ¿Sabes qué?– Preguntó él, dejé el tenedor sobre el plato y giré mi cabeza para verlo.

–. ¿Qué pasa?– Se acercó un poco más a mi para susurrarme algo al oído.

–. Te tengo un regalito– Sonreí ligeramente y mi mirada rápidamente denoto curiosidad –. Pero, no te voy a decir que es hasta que estemos arriba– Hice un ligero puchero, cosa que le sacó una risa.

–. Dame una pista aunque sea, por favor– Él negó y continuó comiendo, después apuntó mi plato para que yo haga lo mismo.

15 minutos después estaba de mala gana sentado en el sofá de la sala de juegos, como las tardes ahora las teníamos libres ya era decisión nuestra que hacer.

Movía mi pierna inquieto porque uno: Ansu y Eric estaban más hiperactivos que de costumbre, dos: Ferran me estaba hablando de quien sabe que pero no le estaba prestando atención por que lo único que quería era estar en mi cama, encender el aire acondicionado por mucho que hagan 27° y acurrucarme con Pablo para dormir la siesta.

–. ¡Joder Pedri ¡¿me escuchaste o no?!– Reclamo Torres al notar que tenía mi vista puesta en el suelo sin una gota de interés alguno en nuestra charla.

–. Eh... sí, sí, claro– Levantó una ceja mientras que me observaba fijamente.

–. ¿Ah, si? Bueno ¿puedes decirme de qué te estaba hablando?– Aparte la vista nervioso e intente rebuscar alguna de las pocas palabras que le entendí.

–. Qué Eric y tú... ¿saldréis a cenar esta noche?– Frunció el ceño y negó.

–. ¡Shh, cállate! Bueno, aunque si te dije eso al principio, pero ahora te estaba hablando que me saliste en el Fifa tío– Eric se giró y nos observo curioso, estaba jugando ping pong junto con Pablo y Ansu, mientras que yo y Ferran simplemente hacíamos acto de presencia.

–. No me lo puedo creer– Me dejé caer en el sofá y sonreí ligeramente por lo cómodo que se sentía –. Perdón por no estar atento a lo que me decías–

–. Tú tranquilo ¿pero que te pasa? Desde el almuerzo estás así– Me volví a levantar y miré a los chicos para asegurarme que estuvieran concentrados en su juego.

–. Pablo me dijo algo y bueno, me dejó intrigado, y también quiero estar en mi habitación, aquí el calor se siente más– Me pateo suavemente y levanté la cabeza para verlo.

–. Te la debía, y en eso tienes razón, bueno, te voy a volver a contar lo mío porque necesito que me ayudes– Asentí y me reincorpore, deslizándome un poco en el asiento para mayor comodidad.

–. Bien, hoy en la noche voy a llevar a Eric a un Macdonald's de por aquí cerca y luego vamos a ir a recorrer un poco la ciudad porque salimos solo una vez y fue una cosa horrenda porque llegué con 30 bolsas llenas de objetos y ropa innecesaria– Entendía un poco su situación, yo en Barcelona acompañaba a Pablo a comprar ropa y vaya que gastaba pasta en eso.

–. Ajá ¿Eric también es más de Macdonald's? Pablo me obligaba a acompañarlo, literalmente solo me pedía una ensalada y me sentaba allí a escucharlo de cualquier cosa–

–. ¡Eso iba a hacer yo! Pero no sé, solamente le voy a dar el gusto de salir una vez más y ya– Me giré para verlo y noté como estaba cruzado de brazos algo sonrojado, cosa que me dió gracia.

–. Que aburrido todo ¿En la habitación podíamos jugar al Fifa, no?– Él asintió y ambos nos levantamos y nos acercamos hacia los que estaban jugando, les avisamos que estaríamos en nuestra habitación jugando algo, unos cuantos reproches e intentos de que nos quedemos no nos lograron convencer y salimos de sala sumidos en una charla totalmente sin sentido.

La noche más linda [Pedri & Gavi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora