La noche más linda [Pedri & Gavi]

27.

Me tiré a la cama del cansancio que recorría todo mi cuerpo, aunque sabia que dentro de media hora teníamos que volver a bajar si calculaba bien podía echarme una mini siesta.

–. ¡Amor, hazme caso!– Dijo Pablo mientras se sentaba en la cama con brazos cruzados –. Quiero que me digas si se me ve bien o no–

No entendía a lo que se refería, así que me di la vuelta y me senté en la cama para ver eso que me quería enseñar –. A ver, muéstrame–

Quede embobado cuando se levantó y me mostró el pantalon de baño que era de unos colores difuminados bastante bonitos, aunque eso fue en lo último que me fijé.

–. ¿Me queda bien o me pongo el otro?– Se levantó un poco la camiseta y no pude evitar relarmeme los labios mientras lo observaba, el pantalón le quedaba algo justo por lo que resaltaba más que tenía unas buenas caderas y un buen... –. ¡Pedro!–

–. ¡Perdón, perdón, pero es que te queda increíble!– Por obvias razones no le diría exactamente lo que pensaba –. Ni siquiera necesito ver el otro, con este te ves precioso príncipe–

–. Pues este será entonces– Dijo él, se dio media vuelta para acomodarse un poco y por mucho que quisiera no podía apartar la vista de él aunque en mi mente este intentando hacerme reaccionar porque aún ni había sacado la toalla.

–. Ahora te-... te voy a mostrar yo el mío– Titubee un poco al hablar, sabía que tal vez eso me delataria pero ya me daba igual, me levanté y fui hacia mi maleta, si, 6 de diciembre y aún no había acomodado mi ropa en el armario que nos brindaba la habitación, me tocó hacerme una nota mental de eso y arreglar la habitación.

Saqué mi traje de baño, era uno simple con dibujos de piñas acompañado de un amarillo fosforescente, un color algo chillón para mi gusto pero era bonito, no me quejaba.

–. ¿Qué te parece?– Dije mostrándoselo solo por encima de mi pantalón, el sonrió y asintió rápidamente dándome el visto bueno.

–. ¡Me encanta!– Corrió hacia mi y me abrazó mientras escondía su rostro en mi cuello –. Se te va a ver espectacular mi amor– Dejó un beso en mi mejilla antes de separarse.

–. Entonces me lo pongo ya– Sonreí y fui al baño a cambiarme, obviamente no iría con la camiseta de la selección, ya había apartado una camiseta sin mangas de color marrón.

Cuando salí vi a Pablo esperándome pacientemente sentado en la cama mientras movía sus pies de adelante hacia atrás con la toalla colgando en su hombro.

–. ¿Nos vamos?– Preguntó inocentemente, me quite la camiseta y tomé la que me pondría ahora.

–. ¿A dónde?– Dije antes de ponerme la camiseta, luego me acerqué y me senté junto a él.

–. A molestar a Eric y Ferran, es lo único que hacemos cuando no se nos ocurre nada– Asentí dándole la razón.

–. Venga, vámonos entonces– Antes de salir busque una toalla rápido y fui junto a Gavi para tomarlo de la mano e ir hacia la habitación de nuestros compañeros.

–. Ya quiero ir a la piscina– Me miró emocionado y con sus ojitos color avellana brillando, sonreí con ternura y me acerqué para dejar un beso en su mejilla.

–. En 15 minutos ya estarás como un pato en el agua, tranquilo– Él rió y asintió ligeramente.

Llegamos frente a su puerta y notamos que estaba algo entreabierta, no sabíamos si simplemente entrar o tocar por si acaso, bueno, mejor dicho yo, porque Pablo ya estaba por abrir la puerta de par en par.