La noche más linda [Pedri & Gavi]

14.

–. ERES MALISIMO LOCO– Estaba ganando 6-1 a Álvaro, definitivamente tendríamos que venir aquí más seguido.

–. CÁLLATE, QUE EL ÁRBITRO NO PITA NI UNA TIO– Me dolía el estómago y las mejillas de tanto reír, incluso ya se me había escapado alguna que otra lágrima. Gavi estaba a mi lado gritándole los goles a Morata en la cara y de vez en cuando de peleab con Unai para ver quien de los dos era mejor.

El partido había acabado 7-3, yo solo sonreí y le di un golpecito con el mando.

–. Si es que soy buenísimo– Me dio un codazo y negó.

–. Ya quisieras, si te he dejado ganar porque es tu cumpleaños y encima tu novio me mataba si no lo hacía– Gavi le tiro una almohada en la cara y el se la devolvió –. ¿Es verdad o no?– Preguntó con una sonrisa.

Le pase el mando a Pablo y ahora le tocaba jugar contra Unai, definitivamente este estaría reñido porque no sabía quién era peor entre los dos.

Los minutos pasaban y el marcador seguía 0-0, cuando acabó el primer tiempo se "insultaron" un poco y luego continuaron jugando.

Justo cuando pensábamos que ni uno de los dos ganaría, Gavi marcó un gol espectacular, al parecer eso le curó hasta el golpe porque se levantó de un salto para gritarle el gol en la cara al pobre Unai.

–. Soy igual de bueno que Pedri– Él me abrazó por los hombros y miró a los dos con una sonrisa triunfante, yo solo asentí dándole la razón y correspondí su gesto, rodeándolo de la cintura por pura costumbre.

Álvaro miró de arriba a abajo la escena con una ceja levantada y una ligera sonrisa y le susurró algo al que tenía a lado.

Gavi y yo le miramos algo confundidos sin entender la escena, pero luego cuando el miró mi mano supo la razón de porque estaban cuchicheando.

Nos separamos rápido ambos aguantandos la risa y le di un codazo a Morata para que volviera a prestar atención al juego.

–. Tienes hasta las 19:00 para intentar ganarme–

–. ¿Tienes planes o que?– Yo solo asentí en forma de respuesta –. ¿Y eso?–

–. Vamos a ir al parque de diversiones con Pablo, ya lo hemos hablado con el mister y dijo que mientras Pablo no se haga daño y no lleguemos tarde porque tenemos que dormir bien, podíamos salir sin problema–

–. Pff, entonces deja de hablar y pongámonos a jugar porque esta si que te gano eh–

[...]

Ya estábamos en la habitación mirándonos en el espejo del baño.

Me acerqué por detrás de Pablo y rodeé su cintura con mis brazos –. Vas precioso, como siempre– Dejé un beso cariñoso en su cuello y él solo rió.

–. Pero tú vas mejor, que dices– Negué, ambos íbamos sencillos pero tampoco como para andar en casa.

–. ¿Ya estas listo?– Él asintió y salimos de la habitación, cerrando la puerta detrás de nosotros.

Bajamos y por el camino estuvimos debatiendo sobre si ir en taxi o en uno de esos buses que hay aquí.

–. Yo creo que si subimos al bus no salimos eh– En eso tenía razón, aquí por lo menos no era como en España, pero si nos conocían bastante.

Decidimos irnos en taxi, así que cuando vimos uno lo paramos, nos subimos y le indicamos a donde íbamos.

Era un viaje tranquilo a pesar de que era noche de partido (como todos los días por la fase de grupos) pero en general era una noche bastante bonita.