✨️CAP.13✨️

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NARRA ANETH:

Ya han pasado semanas desde la ultima vez que vi a Ken, no sé si me esté evitando o no pero sigue respondiendo mis mensajes. A la larga. Pero así lo ha hecho desde siempre.

La conozco lo suficiente como para saber que no es una persona de estar pegada al celular 24/7 o al menos no a WhatsApp, siempre tiene otras aplicaciones de prioridad. Como la vez que se le metió en la cabeza construir un Culiacán pequeño en minecraft, o cuando decidió arreglar cada contacto para tener un orden según ella.

Siempre tiene algo que hacer y aunque no siempre termine lo que empieza rápido, en algún momento lo hace.

- Kennia Abre la puerta sé que estás ahí-

Okey, despues de todo si te estaba evitando Aneth.

- No hay nada que haga que me vaya así que sal por favor-

- ¡¡¡Aneth!!!- al fin habla y abre la puerta.

- Por dios Kenn ¿Qué te pasó?- tomé su rostro entre mis manos detallando cada detalle, las enormes ojeras bajo sus ojos, sus ojos rojos, su cabello desordenado. Estaba hecha un desastre- ¿Qué pasó aquí Kenn?- hablé mirando todo el desastre en su cuarto.

- Alfredo-

- ¿Alfredo? ¿Qué tiene que ver Alfredo?-

- Alfredo pasó, Alfredo pasó por mi vida- habló quitando mis manos de su rostro con tranquilidad- el y su estúpida testosterona junto a su cara tan linda- gruñó molesta y caminó hacia el sofá dejandose caer- lo odio Aneth, lo odio con todo mi ser-

- Oye, yo no soy Alfredo, si lo odias a el no tienes que evitarme a mi, tu eres mi mejor amiga, no el-

- Pero el es hermano de Iván y yo sé que si sigo andando contigo a todos lados, eventualmente algo saldrá mal. Tu relación con Iván a la basura por mi presencia, o peor aún, toparme a su hermano- negó horrorizada- oh no, yo no me puedo arriesgar a-

Se calló tan de repente que me asustó, la miré a la espera de que siguiera pero no lo hizo.

- ¿Arriesgarte a qué Kenn?-

- A que me lastime- admitió con lágrimas en los ojos y la voz temblando.

- Kenn, el no es Mauricio, el no te hará el daño que Mauricio ocasionó-

Negó tantas veces que me confundí

- El ya lo hizo- habló mordiendo su labio inferior mientras dirigía su vista al techo para no llorar.

Esa era Kennia.

- ¿Qué hizo?-

- No te lo diré- limpió sus lagrimas y me miró- tu eres feliz con Iván-

- ¿Y? A la mierda Iván y sus hermanos, ¿Qué te hizo Kennia?-

- Nada, nada, solo, el no es el hombre-

- ¿Eso es todo? ¿Esperas que me quede tranquila con eso? Por dios Kennia, yo te vi como lo mirabas, como sonreías con tan solo mencionarlo, como se trataban, como estaban tan enamorados- hablé y una sonrisa triste invadió su rostro.

- El no es el hombre Aneth-

- ¿No dirás nada mas?-

- No hoy-

- Bien, ve a tu cuarto, ponte una pijama y cuando bajes pones una película-

- ¿Para qué?-

- Para relajarnos, vamos a comer helado, a ver películas y llorar-

- Aneth, muchas gracias pero de verdad no lo necesito, ya no tenemos quince-

- Hoy si, hoy tenemos quince años así que mueve tu lindo trasero a la habitación que te quiero cómoda-

De mala gana lo hizo. Bajó con una pijama de gatito y el control de su xbox. No les niego que me llegaba el hecho de que no me lo dijera, es mi mejor amiga, pero ella quería tiempo y eso tendría.

Despues de hacernos tontas mucho rato entre la película y platicas, Kennia sacó una botella de Don Julio. Tequila. Tequila y ella dolida.

No pasó mucho tiempo antes de que Jenni Rivera nos hiciera compañía, era lo mejor del mundo.

Tenemos que hablar de mujer a mujer
Hay que dejar unas cosas en claro
Aunque no te guste tienes que entender
Lo que es mío es mío y no voy a soltarlo
Yo voy a pelear y defender mi honor
Yo soy su señora y mucho me ha costado
No sé como entraste, no sé como fue
No sé que le diste para atarantar lo
Lo que si te digo es que aquí somos tres
Y este trangulito no me esta gustando
Vas a comprender y respetar quien soy
Si no es por las buenas pues será a madrazos》

Una risa sin chiste invadió el rostro demacrado de mi mejor amiga. No pude evitar preocuparme así que hice la botella a un lado, ella la tomó y la empinó por poco más de 5 segundos. Normalmente haría fiesta por el tiempo, pero hoy sabía que no estaba feliz.

- ¿Sabes qué es lo peor?- habló por fin- que yo si lo quise de verdad- volvió a inclinar la botella frente a ella- y el ¿qué hizo? Primero me hizo ser la otra- soltó sin más y mi rostro se desfiguró de la sorpresa y confusión. Asintió dandole otro trago a la botella- yo lo besé, yo le di lo que tenía, yo lo cuidé, yo- su voz se quebró y negó- y el tiene esposa y una hija-

- Kenn yo...-

- Aneth yo no soy la otra, yo no quiero- lloró- yo no puedo quitarle su papá a una bebé- negó frenéticamente- yo sé lo que duele eso y yo no se lo deseo a nadie. El. Lo odio- lloró con fuerza.

- Pequeña no es tu culpa, es de el, el tenía que decírtelo, no tenías que averiguarlo tu-

- Ella me llamó, me habló Anteh. Y puta madre. Fue tan buena que me dolió. Me dolió oir como el le gritaba, el es un maldito-

Mis ojos se cristalizaron junto a ella mientras la miraba empinarse la botella una tras otra.

- Me duele un chingo pero...-

- Hay más culos que estrellas y el solo tiene a su apellido-

- Yo lo vi como el sol. Para mi era el puto sol, era lo más grande y mira. Es una escoria, ¿negar a su hija? Dios-

- Exacto princesa. Olvidalo-

- Pero eso no es todo. No le bastó con acabar con mi dignidad rebajandome al plato de segunda mesa- negó- no. El vino aquí- señaló el piso- y con sus huevos se paró a decirme que si ¿qué quería para "hacerme suya"-

- Es un maldito-

- Es un pendejo, y le estoy llorando- soltó una risa sin chiste- le estoy llorando a un pendejo-

Volví amixeees aprovechenme.

ℰ𝓃 𝒟ℯ𝒻𝒾𝓃𝒾𝓉𝒾𝓋𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora