Capitulo 1

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Daniel

Vivo solo en una pequeña cabaña lejos de la sociedad y las manadas, estoy solo desde que mi hermano mayor se fue a buscar a su soulmate, el dijo que yo ya soy suficiente grande para cuidarme solo, bueno, ya tengo 19 años, el me visita de vez en cuando para asegurarse de que estoy bien, yo al igual que cualquier lobo sueño con encontrar a mi pareja destinada y ser amado por el, sería increíble, mi hermano me dijo que soy de los últimos omegas que existen y que tengo que cuidarme mucho porque el mundo es un lugar cruel, muchos nos odian o desean que no existamos más, se que mi mate me protegerá de todo así que solo espero encontrarlo para poder experimentar el mundo.

Llegué a casa después de dar un pequeño paseo por los alrededores, estaba en mi forma de lobo apenas entrando en la cabaña, mi hermano vendrá más tarde así que quiero hacerle una cena de bienvenida, pero todos mis planes se arruinaron, escuché ruidos de pisadas afuera, ramas siendo pisadas y piedras moviéndose al ser arrastradas, miro por la ventana, hay cuatro lobos afuera, un enorme lobo café se acerca a paso lento a la puerta, ¿Que quiere? Me voy al sótano para esconderme, Jonathan me dijo que debo esconderme en el sótano si alguien viene y que espere ahí hasta que el llegué o el intruso se vaya.

Baje las escaleras rápidamente con mi cuatro patas, me escondí en un pequeño cajón adecuado solo para está situación, no es que tuviéramos muchos "visitantes" pero si había unos cuantos que había entrado, estoy tranquilo después de todo había hecho esto varias veces, solo debo esperar hasta que se valla.

De un momento a otro aquél lobo estaba intentando abrir el cajón, no me dio tiempo a procesar cuando ya había quedado al descubierto, entonces el aroma del lobo llegó a mi, es mi mate, por eso entro, quería encontrarme, mi cola se meneó de un lado a otro involuntariamente pues me puse feliz, aunque la felicidad no duró mucho, mi mate comenzó a gruñir y luego cambio a su forma humana.

- Cambia!- Me gritó de repente, yo no hice caso, estaba un poco en shock. - ¿No escuchas? Te digo que cambies.-

Comenzé a retroceder lentamente con mi cola entre las patas y la cabeza gacha, ¿Porque me grita?

- Cambia!- Uso su voz de mando, los lobos más débiles se vuelven vulnerables al escuchar esa voz que solo poseen los alfas, me está obligado a obedecer.

Con algo de miedo cambie a mi forma humana, el cambio fue lento debido a que me está obligado y tengo miedo.

- Eres un hombre!- Se que no es pregunta pero aún así asentí.

Su mano impacto en mi cabeza, me ha golpeado.

- Asqueroso!- Me tomo del brazo y comenzó a llevarme a rastras escaleras arriba.

- Su-sueltame.- Intenté que soltaba mi brazo pero solo apretó más.

Cuando llegamos arriba vi los otros tres lobos destrozando la casa. No tengo la intención de quedarme y ser asesinado por mi propio mate, en un descuido del alfa me solté de su agarre y me eche a correr por el bosque, me escondí detrás de un árbol para cambiar a mi lobo y correr más rápido, mis patas negras se llenan de lodo con cada paso que doy, me siguen el paso, mi alfa está justo serás de mi, va a alcanzarme, fue lo último que paso por mi mente antes de sentir unos colmillos desgarrar mi lomo, me atrapó, me levanto sin cuidado alguno y me lanzo contra un árbol, todo se volvió negro y quedé atrapado en un hermoso recuerdo de antes de saber que soy un omega.

Narrador omnisciente.

Daniel fue llevado a rastras a un lugar completamente desconocido, mientras al día siguiente un alfa llegó a la cabaña, entro buscando a su pequeño hermano pues había llevado una sorpresa para el, pero al entrar el que se llevó la sorpresa fue el mismo, todo estaba destrozado y había olores de diferentes lobos, tres betas y un alfa.

- ¿Daniel?- Bajo al sótano con la esperanza de que su hermano estuviera escondido en el cajón, pero solo encontró el cajón vacío con la puerta dañada.

Se lo llevaron.

De vuelta al lugar donde se encuentra Daniel.

Daniel.

Desperté con un horrible dolor en mi espalda, aún sigo en mi forma de lobo, me levanté para observar mejor a mi alrededor pero solo vi oscuridad no hay nada aquí, es frío y oscuro lo mejor es quedarme como lobo para ni tener frio, ¿Dónde estoy? ¿Cuánto tiempo durare aquí? ¿Porque estoy aquí? ¿Porque mi mate me hace esto? Las preguntas pasaban por mi mente sin obtener respuestas, me hice bolita para confirmar mejor del frío, a pesar de mi pelaje aún hace bastante frío aquí.

Se escuchó un ruido que hizo eco en todo la habitación, una luz alumbró todo el lugar, es una puerta por ella entro mi mate vestido con un elegante traje negro, se ve sexy pero tiene una expresión de molestia. Llegó hasta donde yo estoy echado y se agachó, con su mano sujeto mi hocico para hacer que lo mire a la cara, volví a mi forma humana para evitar que le obligará.

- Aunque odio decirlo, eres mi destinado, y por eso te voy a conservar, no serás mi omega, no voy a marcarte pero tampoco voy a rechazarte, alégrate de que no te estoy desechando.-

- Pero eres mi mate, se supone que tienes que amarme y cuidarme, me haces daño.- Me jalo una oreja.

- Niño estúpido, el orgullo de un alfa es más importante que cualquier cosa, el mundo no es como te lo contaron.-

Jamás pensé que unas palabras me llegarían a doler tanto, unas cuantas lágrimas cayeron de mis ojos, pero al parecer eso hizo que el alfa se enoje. Me dio una cachetada.

- No llores inútil.- No dijo nada más y salió de la habitación mientras yo intentaba contener las lágrimas para no hacerlo enojar.

Cuando la puerta se creo me di el lujo de romper en llanto, me pasaron muchas cosas horribles, que mi mate me trate así es incluso más horrible, ¿Que hago? Quiero volver a casa y vivir tranquilo como antes de conocerlo, ni siquiera me dijo su nombre ni me preguntó el mío, definitivamente me odia.

Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora