Capitulo 22

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Daniel.

Cuando desperté después de la golpiza que me dio la mamá de Carlos el ya estaba aquí y se está comportando muy diferente a como lo hacía antes, ahora me trata bien, me alimenta y siempre está cerca de mi, siempre evito el contacto con el, al igual que evito hablarle o mirarlo. No he visto a la madre y hermanas de Carlos desde ese día, Perla y Pedro tampoco me quisieron decir que paso con ellas y no me atrevo a preguntarle a Carlos, me pone nervioso el solo hecho de mencionar su nombre y el verlo me causa temor, prefiero no saber absolutamente nada de ellas antes de hablarle a Carlos.

El doctor a venido frecuentemente para revisar a mi bebé, me dijo que está muy sano pero que debo comer más y hacerle más caso a los antojos para que el bebé crezca más, el dijo que es muy pequeño, aunque yo lo veo bastante grande pero si lo dice el doctor debe ser verdad, el es un profesional después de todo, y yo quiero que mi bebé nazca sano.

Yo sé que es algo poco normal el hecho de amar a mi bebé aunque es producto de una violación, pero los omegas tenemos un gran instinto maternal y amamos a nuestras crías a pesar de todo, eso me lo dijo Jonathan, yo no le creía, pensaba que si te violan y te embarazas no vas a querer al bebé, pero veo que me equivoqué, ahora estoy comprobando que lo que dijo mi hermano es verdad, amo a mi bebé y estoy dispuesto a hacer lo que sea por el, no importa que.

El doctor dijo que le diga a mi alfa cualquier antojo o molestia que tenga, pero sinceramente prefiero ignorar esas cosas antes de pedirle algo a Carlos, Bruno siempre está preguntándome si quiero algo, a el si siento la confianza de decirle o pedirle cosas, el es muy parecido a Jonathan en la personalidad, el dijo que nunca ha tenido hermanos pero que me ve como un hermanito menor, siempre está cerca de mi, al igual que Carlos pero diferente. Creo que Bruno puede llevarse bien con Jonathan, serían buenos amigos.

— Dani.— Así me ha está diciendo últimamente.

— ¿Si?— Pregunté volteando a verlo.

— ¿Porque no hablas con Carlos?— Su pregunta me sorprendió un poco.

— El me da miedo, si le hablo va a golpearme y no quiero eso.— Le dije con la mirada baja.

— ¿Porque no le das una oportunidad? El ya no te ha hecho daño.—

— Pero lo hará, si le doy una oportunidad y confío en el, va a volver a hacerme daño.—

— ¿Cómo lo sabes?—

— No lo se, pero no quiero que eso pase.—

— Inténtalo.— Dijo tratando de convencerme.

— ¿Valdrá la pena?— Bruno me miró por un rato tratando de asimilar la pregunta.

— Averiguarlo.— No quiero averiguarlo.

El me rompió de mil maneras, me hizo daño en lugares que no conocía, me vendió y despreció muchas veces, borró mi sonrisa y mato mi felicidad. Prácticamente me rompió el corazón, aguante solo con la esperanza de que Jonathan me saque de aquí, y sigo esperando eso, solo quiero irme de aquí con mi bebé y olvidar todo.

— No quiero Bruno, tengo miedo, el me lo quito todo, me rompió de la peor manera y ahora que se arrepiente quiere que yo lo ame solo porque es mi mate, así no funciona el amor, y yo no quiero amarlo a el, no se lo merece, no me importa lo que le pase a el, yo solo quiero volver con Jonathan y cuidar de mi bebé lejos de ese monstruo.— Yo ya estaba llorando.

La puerta se abrió violentamente.

— ¡¿QUIEN MIERDA ES JONATHAN?!— Carlos entro gritando a la habitación.

Entre en pánico, va a hacerme daño, en medio del pánico me transforme en mi lobo y corrí abajo de la cama para hacerme bolita y tratar de esconderme.

"No existo" "No existo" "No existo" "¡No existo!"

Repetía una y otra vez en mi mente tratando de desaparecer para evitar el dolor.

— Sal de ahí!— Gritó Carlos, yo solo lo ignore pensando que tal vez así se iría.

— Carlos tranquilizante lo estás asustado.— Bruno trataba de sacar a Carlos de la habitación.

— No te metas Bruno!— Al igual que yo Carlos tomo su forma de lobo para intentar atraparme.

No, porfavor no, "¡¡Desaparece Daniel!!" Me dije a mi mismo.

— Carlos ya basta.— Bruno seguía intentando sacarlo de la habitación.

El enorme lobo de Carlos metió su cabeza bajo la cama, al ver esos ojos rojos me asusté y entre en pánico, chille llamando a mi alfa para que me proteja de este monstruo. El enorme lobo dejo de gruñir para mirarme, saco la cabeza de abajo de la cama y volvió a su forma humana.

— Sal de ahí Daniel, quiero que me expliques quien es Jonathan.— Dijo con voz calmada. Pero yo no estoy calmado, para nada, estoy aterrado.

No voy a salir de aquí.

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