Silencio

Capitulo 23

Carlos.

Sin querer escuché la plática que Bruno estaba teniendo con Daniel, yo pensaba que Bruno trataba de quedarse con Daniel pero me equivoqué, es realmente un buen amigo.

— No quiero Bruno, tengo miedo, el me lo quito todo, me rompió de la peor manera y ahora que se arrepiente quiere que yo lo ame solo porque es mi mate, así no funciona el amor, y yo no quiero amarlo a el, no se lo merece, no me importa lo que le pase a el, yo solo quiero volver con Jonathan y cuidar de mi bebé lejos de ese monstruo.— "Jonathan" otra vez ese nombre.

— ¡¿QUIEN MIERDA ES JONATHAN?!— Pregunté gritando.

Daniel rápidamente tomo su forma de lobo y corrió bajo la cama, trate de sacarlo de ahí mientras Bruno trataba de sacarme de la habitación, pero estaba demasiado enojado, no me di cuenta de que lo estaba asustando hasta que chillo para llamar a su alfa para que lo proteja. Yo soy su alfa, y nuevamente lo estoy asustando. El no quiere aceptar que yo soy su alfa, pero sabe que lo soy. Saque mi cabeza debajo de la cama para volver a mi forma humana.

— Sal de ahí Daniel, quiero que me expliques quien es Jonathan.— Dije con voz más tranquila.

No salió, no hizo ningún sonido,como si hubiera desaparecido. Me asome nuevamente abajo de la cama, unos grandes ojos azules asustados y desorientados me miraron con miedo, comenzó a gruñir en mi dirección como un omega tratando de proteger su nido, un nido, ahora que lo pienso el nunca ha hecho uno, supongo que pronto lo necesitará, tal vez solo así me deje acercarme a el.

Bien, entonces esperaré.

— Lo siento, me enoje y no pensé las cosas, lamentó haberte asustado. Me iré ahora.— No puedo creer que me estoy disculpando con un omega.

¿Porque hago esto?
¿Porque soy amable con el?

Suspiré, y me dirigí a mi oficina para trabajar y olvidarme de todo un rato.

⁂

Ya era de noche, trabaje todo el día, supongo que Daniel ya está dormido, debería ir a dormir yo también. Le di mi habitación a Daniel y me fui a una habitación de huéspedes, Ashley tiene otra habitación y mi padre otra, mi madre y hermanas están en el sótano, por órdenes de mi padre Perla les lleva comida y cosas que necesiten. Camine a mi habitación para agarrar un cambio de ropa para darme una ducha antes de dormir, al llegar vi a mi pequeño omega, está durmiendo mientras abrazaba una camisa mía, supongo que mi olor le gusta después de todo. Sonreí ante la imagen, su pancita se ve tan linda y grande. Me acerque con la intención de acariciar esa pancita redonda. En cuanto puse mi mano sentí un pequeño movimiento.

— Carlos.— Mo omega medio dormido tomo mi mano entre las suyas.

— Aquí estoy.— Dije con voz suave para no asustarlo.

— No te vayas.— Suplico con lágrimas en sus ojitos.

— No me iré, pero no llores.— El sonrió. 

Me agache para besar su frente y el aprovecho para abrazarme del cuello.

— Tengo que bañarme.— Trate de soltarme pero el se aferró más a mí.

— No te vayas, hay un monstruo que me hace daño, si te vas el volverá y nos hará daño a mi y a nuestro cachorro.— ¿Monstruo?

¿Así es como me ve?
Como un monstruo.

— Está bien, no me iré, voy a cuidarte a ti y a nuestro cachorro.— Dije acostándome a su lado.

— Gracias.— Se acurrucó en mi pecho aferrándose a mi camiseta.

Un monstruo.

¿Que pasará mañana cuando me vea junto a el?
¿Se asustara o será como ahora?
¿No me reconoció?
¿Que pasa con el?

Con esas y más preguntas me dormí con el olor de mi omega a mi alrededor, es más dulce debido al embarazo.

El mejor aroma del mundo es el de mi omega.