Capitulo 30

4.1K 282 53
                                    

Daniel.

Al despertar sentí algo cálido rodearme, después el olor de mi hermano llegó a mi, por un momento pensé que todo había sido un mal sueño pero al abrir los ojos me di cuenta que estoy en mi nido con mi hermano.
El vino por mi.

— De verdad viniste.— Dije sin pensarlo.

— Claro que vine, jamás te volveré a dejar solo.— Jonathan me abrazo más fuerte.

— Gracias por venir Jonathan.— Lo abrace y llore en su pecho, me siento seguro con el.

Los recuerdos de lo que pasó anoche llegaron a mi como balde de agua fría, Carlos me decepcionó mucho, confíe en el y simplemente volvió a traicionarme pero está vez fue más doloroso debido a la marca de unión.

— Mi bebé, ¿Cómo está mi bebé?— Pregunté dejando de llorar de inmediato.

— Está bien, pero tienes que tener mucho cuidado a partir de ahora porque estás en riesgo de aborto, yo me encargaré de cuidarte muy bien.— ¿Riesgo de aborto?

— T-tendre mucho cuidado no quiero que le pase nada a mi bebé.— Dije algo nervioso y asustado.

— Daniel ven conmigo, en este lugar te hacen daño.— Me dijo Jonathan preocupado.

— Si, me iré contigo, volvamos a nuestra cabaña.— Me senté en mi nido, en cuanto más rápido nos vayamos mejor.

— Primero tienes que recuperarte, nos iremos en una semana, no te preocupes, no dejaré que ese maldito alfa te haga daño.— Jonathan volvió a abrazarme.

— Gracias Jonathan.— Correspondi su abrazo.

Le cause muchos problemas a Jonathan, interrumpí su búsqueda y lo hice preocuparse, de seguro la paso mal.
Yo sé que el me quiere mucho así como yo también lo quiero mucho pero no quería que el deje de buscar a su mate para buscarme a mi.

— Lo siento Jonathan, por mi culpa dejaste de buscar a tu mate, en cuanto volvamos a la cabaña puedes volver a buscarlo.—

— No, ya habrá tiempo después, no voy a volver a dejarte solo.—

— Pero no quiero que por mi culpa dejes de buscar.— Apreté más su camiseta.

— Tranquilo, no dejaré de buscar, además nada de lo que pasó fue tu culpa, ¿Quieres comer algo?— Me Pregunto cambiando el tema.

— Si, tengo hambre.—

— ¿Que se te antoja?—Me pregunto levantándose.

— Una hamburguesa!— Jonathan me levanto y me cargó para sacarme de mi nido.

En la habitación no está Carlos, me preguntó que paso con el pero sinceramente no quiero verlo para nada.
Cuando pasamos por la sala Bruno corrió hasta nosotros.

— Dani estás bien.— El me abrazo como pudo.

— Gracias por traer aquí a mi hermano Bruno.— Le dije correspondiendo su abrazo.

— Bueno, fue muy fácil.— Dijo sonriendo.

— De verdad Gracias Bruno.—

Los tres fuimos a la cocina a comer hamburguesas, la mejor hamburguesa que he comido.
Al terminar de comer volvimos a mi nido, deje entrar a Bruno ya que lo veo como un hermano o alguien de la familia.
Platicamos por un rato hasta que me volvió a dar hambre, volvimos a comer pero está vez Perla nos trajo algo de la dieta.
Después pasamos el resto del día tranquilos, no ver a Carlos me ayudó mucho para estar más relajado.

Los días pasaron tranquilamente, faltaban solo dos días para que Jonathan y yo volvamos a nuestra cabaña.
En este tiempo que paso el me contó sobre la manada de híbridos en la que estuvo, dijo que me llevara a qué conozca a Demian y Matt.
Por lo que me contó parecen ser buenas personas y tengo bastantes ganas de conocerlos.
No había visto a Carlos y pensé que tendría la suerte de irme sin verlo una vez más, pero me equivoqué.

— Daniel porfavor escúchame.— El intentaba acercarse a mi pero el enorme lobo de Jonathan se lo impedía.

— Basta Carlos, ya déjalo.— Bruno trataba de llevarse a Carlos pero era imposible.

A mí realmente me disgusto ver a Carlos de esa manera, el estaba rogando y llorando, su olor era de miedo y tristeza.
¿Porque se siente así?

— Está bien, escucharé.—

Y así lo hice, escuché la historia de Carlos, el me dijo lo que pasó con la omega, me dijo que se sintió mal al haberme tratado como basura, rogó por mi perdón y suplico que no me fuera, pero eso no me devolvió a mi yo de antes, aquel omega inocente que creía que su mate lo amaría y protegería.

— Yo quiero irme con Jonathan.— El me miró feo.

— ¿Que relación tienes con el?— Pregunto algo enojado.

— Es mi hermano mayor.— El me miró y después gruño.

— Entiendo, porfavor al menos déjame verte a ti y a mi hijo algunas veces.—  Negué con la cabeza.

— No volverás a saber nada de mi ni de mi cachorro.— Me miro desesperado.

— Daniel por favor...— Carlos iba a seguir hablando pero un vampiro y un omega lo interrumpieron.

— Jonathan Matt sabe cómo deshacer el lazo.— Carlos lo miro asustado y luego volvió a mirarme.

Jonathan nos presento a esas dos personas como Demian y Matt, los líderes de la manada de híbridos.
Matt me dijo que hay una forma de rechazar a Carlos como mi mate.
El me miraba desesperado y me rogaba que no lo hiciera, pero el solo me recordó a mi mismo haciendo la misma expresión cada vez que me golpeaba.
Matt digo que Carlos sufriría mucho más de lo que sufrí yo, al principio considere la petición de Carlos pero realmente quiero hacerlo sufrir tanto como el lo hizo conmigo.

— Carlos, en nombre de la diosa luna te rechazo como mi mate y alfa.— Pronuncie las palabras que me dijo Matt.

La expresión de Carlos reflejaba verdadero dolor, gritó tanto que hasta a mí me dolió, luego cambio a su lobo y aulló de forma desgarradora para después perderse en el denso bosque, desde ese momento no volví a ver a Carlos, según lo que nos dijo Demian, el dolor de Carlos fue tanto que se perdió en su forma animal.

Jonathan y yo nos fuimos a la manada de híbridos, y Bruno tomo el lugar Carlos como alfa de la manada.

Un año después.

Vivimos una vida tranquila en la manada, aquí nadie me juzga ni me hace daño por ser omega, aquí conocí a muchas omegas que pasaron por casos similares al mío.

Mi hermoso cachorro nació un mes después de que llegamos aquí es un pequeño niño muy parecido a su padre, toda la manada lo mima mucho a el y a otros cachorros.

Mi vida mejoro gracias a mi hermano.
Las pesadillas me atormentan durante las noches pero Jonathan me llevo con un psicólogo para licántropos, el me está ayudando mucho, y tener a mi cachorro y mi hermano junto a mi es muy reconfortante también.

Mi hermano conoció a su mate en esta manada, es una hermosa omega llamada Clara, es muy amable y nos mima mucho a mi cachorro y a mí.

Algunos alfas han intentado acercarse a mi para cortejarme pero yo los rechazo de inmediato, simplemente ya no puedo confiar en ningún alfa.




Fin

Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora