Daniel.
Me arrastre como pude hasta las escaleras, realmente no quiero arrastrarme escaleras abajo sería muy doloroso y no me gusta el dolor, pero tampoco hay nadie a quien pedirle ayuda nadie me ayudara mientras esté en este lugar, aquel alfa me dijo que debo hacer las cosas que hacía Meredith pero no recuerdo que me dijo que ella hacia, solo recuerdo que dijo que limpia su habitación pero si hago solo una de las cosas que me dijo tal vez me golpeara de nuevo, no se que hacer, solo quiero salir de aquí con vida para poder ver a mi hermano.
Sin más opción me arrastre escalera abajo, claro que tarde mucho y fue doloroso pero al menos llegué al primer piso, ahora tengo otro problema, no sé cómo llegar al almacén ¿Ahora que hago?
- ¿Que estás haciendo aquí niño?- Una mujer de unos 40/50 años.
No me di cuenta cuando se paró frente a mi, no supe que responder, estoy asustado y solo quiero irme.
- Te hice una pregunta mocoso.-
- E-estoy p-perdido. ¿Cómo llego al almacén.- Pregunté mirándola, tiene rasgos finos y parece una mujer muy elegante.
- Oh, así que tú eres el omega del alfa Carlos, ven te llevaré ahí.- Aquella mujer me agarró del brazo y me arrastró sin cuidado al almacén.
Me raspe las piernas ya que nomás tengo puesto un shorts corto y una camiseta del alfa que al parecer se llama Carlos, tiene un nombre lindo pero una personalidad de mierda, la mujer me dejó en el colchón que al parecer es nuevo.
- Vendré a darte comida en unos minutos, luego tienes que tomar una medicina que el alfa dijo que tienes que tomar.- Y se fue.
Ya cuando estuve solo pude llorar nuevamente, llore como si nunca lo hubiera hecho, ya ni siquiera sé si quiero vivir, ¿Porque me hizo eso? Se supone que debe cuidarme y amarme, pero el me lástima y me hace querer odiarlo, me quiero ir de aquí. Seguí llorando aún cuando la mujer me trajo comida, llore hasta quedarme sin lágrimas siento como si mis ojos se quieren salir de su lugar, solo quiero dormir por un largo tiempo y despertar en mi casa mientras Jonathan hace el desayuno.
Después de comer y tomar la medicina me quedé dormido sin ganas de despertar.
Al despertar me levanté lentamente para caminar hasta el baño, me di una ducha, o más bien remojada rápida, cuando termine volví al colchón con la intención de dormir más, pero la puerta se abrió y entro la señora de ayer, al parecer es la nueva encargada de darme comida y medicinas, la comida que me da es mucha tal vez eso ayude mi recuperación.— Cuando termines de comer tienes que hacer lo que Meredith hacía, el alfa dijo que empieces con su desayuno y luego hagas lo demás.— La mujer se dio la vuelta dispuesta a irse pero la detuve.
— Di-disculpe, podría decirme ¿Que es lo que hacía la señorita Meredith?— No quiero ser golpeado por olvidar alguna tarea.
— Ay niño, te lo diré pero pon atención que no repito. Meredith se encargaba de: Llevar comida al alfa, limpiar su habitación, lavar los platos, regar las plantas, despertar al alfa por las mañanas y lavar la ropa. El alfa ya está despierto así que solo tienes que llevarle el desayuno y después has lo demás, y agradece que no te dio más tareas.— Bien, creo que ahora podré recordarlas.
Primero llevaré la comida al alfa, después regaré las plantas, luego lavare los platos, recoger la habitación y finalmente lavar la ropa, un momento, ¿Cómo voy a lavar la ropa? No se usar una lavadora.
— Apúrate niño el desayuno del alfa estará listo en un rato y tienes que comer.— La mujer se fue del almacén mientras yo me puse a comer lo más rápido que pude.
Cuando acabe tomé mi pastilla, realmente quiero curarme rápido y si las pastillas ayudan entonces las tomaré. Me levanté y camine lentamente hasta la cocina, llegué de pura suerte pero llegué.
— Llegas a tiempo niño, apenas voy a servir el desayuno para que lo lleves, el alfa está esperando en su oficina, es la puerta frente a su habitación, debes tocar dos veces antes de entrar.— La señora puso una bandeja con el desayuno del alfa en mis manos y me empujó hasta afuera de la cocina.
Por suerte la cocina queda cerca de las escaleras, pero aún me duele el cuerpo, subí las escaleras muy lentamente debido al dolor, cuando al fin subí al último escalón me permitió descansar un momento, seguí mi camino hasta la puerta frente a la habitación del alfa, toque dos veces como me dijo la señora y luego abrí la puerta, el alfa me miró feo lo cual me asustó un poco.
— ¿Que esperas? Apúrate y tráeme mi desayuno, tardaste mucho, eres un inútil.— Camine hasta su escritorio y dejé la bandeja frente a el.
El comenzó a comer.
— ¿Que vez? Lárgate a hacer tu trabajo.— Salí de la oficina para ir a hacer mis segunda tarea que es regar las plantas.
¿Cuáles plantas tengo que regar?
Volví a la cocina para encontrarme con la señora, ahí estaba ella sentada en una silla viendo su celular.
— Emmmm, disculpe.— Me pare frente a ella.
— ¿Que pasa?— Me miro.
— ¿Cuáles plantas debo regar?— Me da un poco de pena preguntarle tantas cosas.
— Tienes que regar las plantas del jardín y el salón principal, al jardín puedes llegar por está puerta.— Señaló una puerta detrás de mi. — Y al salón llegas por la puerta de la izquierda al bajar de las esperas.—
— Muchas gracias.— Fui a regar primero las del salón que son más pocas, después fui al jardín, es enorme y hermoso.
Termine luego de una hora más o menos, busque una salida mientras estuve ahí pero no encontré nada más que una especia de escondite entre un árbol y varios arbustos y plantas.
Entre para ir por los platos que uso el alfa para lavarlos. Toque de nuevo dos veces para abrir la puerta, el alfa estaba trabajando así que no lo interrumpí y simplemente agarre los platos y me fui. En la cocina lave rápidamente todo y lo puse a secarse. Ahora sigue recoger la habitación, no creo que esté muy sucia.
Efectivamente, la habitación no estaba tan sucia, solo aspire un poco, hice la cama y recogí zapatos y ropa sucia, deje bien limpito y después me fui para lavar la ropa o eso creí pero la lavadora es más compleja de lo que pensé. Tiene muchos botones y no se a cual presionar para que lave la ropa, si le pico a algo que no debo la puedo descomponer y el alfa me va a golpear.
— ¿Que estás haciendo niño?— Un hombre algo viejo estaba detrás de mi.
— Ummmm, yo, tengo que lavar la ropa pero no sé cómo usar una lavadora.— Dije con la cabeza agachada.
— Oh ya veo, puedo enseñarte si quieres.—
— ¿De verdad?— Emocionado lo mire.
— Claro, me llamo Pedro, ¿Cómo te llamas tu?— Desde que llegue aquí nadie me había preguntado mi nombre.
— Me llamo Daniel, muchas gracias por ayudarme señor Pedro.—
— No es nada, ven aquí, presta atención. Primero tienes que dar vuelta aquí hasta esa marca, luego tienes que presionar este botón y listo.— La lavadora comenzó a llenarse de agua.
— Ooooooo, es muy fácil, muchas gracias.—
— No es nada, me voy, tengo que seguir trabajando, no vemos Daniel.— El señor Pedro se fue camino al jardín, supongo trabaja ahí.
Puse la ropa y después puse el jabón, espere un momento para después sacra la ropa y ponerla en la secadora, una vez seca tenía que doblarla. Y con esto mis labores están terminadas, supongo que ahora puedo volver a mi colchón y llorar todo lo que resta del día.

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Silencio
WerewolfDaniel es un pequeño omega que fue abandonado por su manada a los 7 años, su hermano mayor, Jonathan, se quedó con el y lo cuido y crío el solo, Jonathan es uno de los pocos alfas que saben de la importancia de los omegas en el mundo, por eso cuido...