Daniel.
Los últimos días estuvieron bien, Carlos fue bueno y amable, incluso jugo conmigo aunque al principio se negó un poco pero fue divertido.
Dormimos juntos anoche pero ahora que desperté no lo vi en la cama, me levanté para bañarme y bajar a desayunar.
Al terminar de bañarme me puse ropa de Carlos que me queda grande y después baje a la cocina, pensé que Carlos estaría ahí pero me equivoqué a lo mejor esta trabajando.— ¿Que quieres desayunar?— Me pregunto una vez me senté en una silla.
— Cualquier cosa está bien.—
— Tienes que aprender a pedir.— Me dijo Perla con algo de reproche.
— Me da miedo.— Agache la cabeza.
— Ya no tienes que tener miedo.—
— Lo se pero sigo asustado.—
No hablamos más, Perla comprendió mis nervios y desconfianza, me trajo el desayuno y después se fue, desayuné solo solin solito. Cuando termine volví a la habitación, si Carlos está trabajando no quiero molestarlo, tal vez puede enojarse, mejor me quedo en la habitación y espero a que venga.
Paso varios días sin trabajar solo para estar conmigo así que tal vez esté muy ocupado.
Tal vez debería llevarle un café o un té.Volví a la cocina para preparar un café.
— ¿Que haces niño?— Me pregunto Perla entrando a la cocina.
— Y-yo, qui-quiero hacerle u-un café a Ca-carlos.— Le contesté con la cabeza agachada.
— Está bien, entonces te prepararé un sándwich para que le lleves, el no ha desayunado.— Perla comenzó a hacer el sándwich mientras yo termino el café.
A decir verdad el café me queda muy rico, puse la tasa y el sándwich en un plato grande y subí las escaleras con cuidado para que no se me caiga nada.
Al llegar a su oficina toque la puerta dos veces.— Adelante.— Dijo desde adentro.
Lentamente abrí la puerta y asome la cabeza, el está muy concentrado en los papeles que tiene en el escritorio, ser alfa de una manda como está debe ser muy complicado.
Puse el plato en un espacio de su escritorio.— Co-come e-en c-cuanto teng-as algo de ti-tiempo.— Trate de hablar fluido pero me fue casi imposible.
El levantó la vista de sus papeles para mirarme y luego miro el sándwich y el café.
— ¿Lo hiciste tu?— Me pregunto con una sonrisa.
— B-bueno, Perla hizo e-el sandwich y y-yo el ca-cafe.—
— Muchas gracias, me hacía falta.— Tomo la taza y le dio un sorbo.
Lo miro atento esperando que me diga si está bueno o malo.
— Está muy rico, gracias.— Sonreí al escucharlo.
— Q-que Bu-buenos que t-e gus-to.—
El me abrazo por un momento.
— Y-yo vol-volveré a l-la habi-tación.—
Dejo de abrazarme y alzo su mirada para verme a los ojos.
— Está bien, en cuanto termine el trabajo iré contigo.—
— S-si.—
Salí de la oficina y el volvió a sus papeles, de vuelta en la habitación me recosté en la cama para ver películas.
Sin darme cuenta me quedé dormido, desperté cuando sentí movimiento a mi alrededor.
Vi a Carlos cambiándose la ropa, después vino a la cama conmigo.— Lo siento, ¿Te desperté?— Negué
— N-no, yo so-solito.— El me abrazo y beso mi frente.
— ¿Quieres hacer algo o dormimos?— El tiene ojeras bajo sus ojos y claramente está muy cansado como para hacer algo.
— Dor-dormir.—
— Está bien.— En cuanto cerró los ojos se quedó dormido.
A mí me tomo unos minutos más para volver a dormir, el bebé me quita muchas energías así que además de dormir casi toda la tarde puedo dormir más.

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Silencio
Manusia SerigalaDaniel es un pequeño omega que fue abandonado por su manada a los 7 años, su hermano mayor, Jonathan, se quedó con el y lo cuido y crío el solo, Jonathan es uno de los pocos alfas que saben de la importancia de los omegas en el mundo, por eso cuido...