En aquel momento, Harry comprendió por vez primera por qué la gente decía que Dumbledore era el único mago al que Voldemort temía. La expresión de su rostro al observar el cuerpo inerte de Ojoloco Moody era más temible de lo que Harry hubiera podido imaginar. No había ni rastro de su benévola sonrisa, ni del guiño amable de sus ojos tras los cristales de las gafas. Sólo había fría cólera en cada arruga de la cara. Irradiaba una fuerza similar a la de una hoguera. Entró en el despacho, puso un pie debajo del cuerpo caído de Moody, y le dio la vuelta para verle la cara. Snape lo seguía, mirando el reflector de enemigos, en el que todavía resultaba visible su propia cara. Dirigió una mirada feroz al despacho.
—Severus—el profesor inmediatamente le dio a beber una poción
—¿Sabes quien soy?—Interrogo Dumbledore
—Albus Dumbledore—respondió
—¿Eres Alastor Moody?—ante la pregunta lucho intentaba aguantar
—No lo soy—termino por ceder ante la poción
—¿Dónde esta Alastor Moody—volvió a preguntar el director por lo que el hombre señalo con la mirada un baúl con siete cerraduras
McGonagall lazo el encantamiento para abrir las la primera cerradura ,contenía una gran cantidad de libros de encantamientos. Dumbledore cerró el baúl, abrió la segunda cerradura y volvió a abrirlo: los libros habían desaparecido, y lo que contenía el baúl era un gran surtido de chivatoscopios rotos, algunos pergaminos y plumas, y lo que parecía una capa invisible que en aquel momento era de color plateado. Harry observó, pasmado, cómo Dumbledore abria la tercera, la cuarta, la quinta y la sexta con sus respectivas cerraduras, y volvía a abrir el baúl para revelar en cada ocasión diferentes contenidos. Luego abrió la séptima llave, levantó la tapa, y Harry soltó un grito de sorpresa. Había una especie de pozo, una cámara subterránea en cuyo suelo, a unos tres metros de profundidad, se hallaba el verdadero Ojoloco Moody.
—Está desmayado... controlado por la maldición imperius... y se encuentra muy débil —dijo— Naturalmente, necesitaba conservarlo vivo. Harry, échame la capa del impostor: Alastor está helado tendrá que verlo la señora Pomfrey, pero creo que no se halla en peligro inminente.
Harry hizo lo que le pedía Dumbledore cubrió a Moody con la capa, asegurándose de que lo tapaba bien, y volvió a salir del baúl. Luego cogió la petaca que estaba sobre el escritorio, desenroscó el tapón y la puso boca abajo. Un líquido espeso y pegajoso salpicó al caer al suelo.
—Poción multijugos explicó Dumbledore—Ya ves qué simple y brillante porque Moody jamás bebe si no es de la petaca, todo el mundo lo sabe. Por supuesto, el impostor necesitaba tener a mano al verdadero Moody para poder seguir elaborando la poción. Mira el pelo... —Dumbledore observó al Moody del baúl—El impostor se lo ha estado cortando todo el año ¿Ves dónde le falta? Pero me imagino que con la emoción de la noche nuestro falso Moody podría haberse olvidado de tomarla con la frecuencia necesaria a la hora, cada hora... ya veremos
Dumbledore apartó la silla del escritorio y se sentó en ella, con los ojos fijos en el Moody inconsciente tendido en el suelo. Harry también lo miraba. Pasaron en silencio unos minutos... Luego, ante los propios ojos de Harry, la cara del hombre del suelo comenzó a cambiar: se borraron las cicatrices, la piel se le alisó, la nariz quedó completa y se achicó; la larga mata de pelo entrecano pareció hundirse en el cuero cabelludo y volverse de color paja; de pronto, con un golpe sordo, se desprendió la pata de palo por el crecimiento de una pierna de carne; al segundo siguiente, el ojo mágico saltó de la cara reemplazado por un ojo natural, y rodó por el suelo, girando en todas direcciones. Harry vio tendido ante él a un hombre de piel clara, algo pecoso, con una mata de pelo rubio. Supo quién era: lo había visto en el pensadero de Dumbledore, intentando convencer de su inocencia al señor Crouch mientras se lo llevaba una escolta de dementores... pero ya tenía arrugas en el contorno de los ojos y parecía mucho mayor...
ESTÁS LEYENDO
Un Uchiha En Harry Potter
Lãng mạnEn la batalla final entre Sasuke y Naruto gracias a la colisión de sus ataques se crea una portal dimensional por el cual Sasuke es transportado al mundo de Harry Potter con la apariencia de un niño de 11 años, pero su vida se complica aún más cuand...