†Capítulo 20†

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Despertarlo, eso tenía que hacer con Luka, parecía un niño pequeño, no se quería levantar.

–¡Luka!– lo moví.

–Ya voy– murmuró.

Me tiré sobre él.

–¡Ay!– se quejó riendo.

Reí y me dió un beso.

–Despierta perezoso– murmuré sonriendo.

–Ya me desperté– me abrazó por la cintura.

–Bueno, entonces vamos– murmuré.

–¿A dónde?– preguntó.

–A casa– respondí.

Se quejó y reí, nos levantamos y nos fuimos a la casa, entramos y subimos a la oficina.

–Oh dios– murmuré al ver la puerta– Luka te excediste.

–¿Ah?– murmuró subiendo.

–Mira– señalé.

Las dos puertas estaban agujereadas y entramos, revisé debajo del tapete y la puerta del túnel tenía agujeros.

–Y así fue cómo el túnel dejó de funcionar– reí.

Luka rió y arregló el tapete.

–Listo– murmuró.

–No se nota eh– reí.

Me dió un suave empujón y reí.

–Luka, enserio te amo– me dió un beso.

El beso se intensificó y me subió en el escritorio, sus manos bajaron por mi cintura y sonreí, me besó el cuello y lo tomé de la nuca.

–Me vas a dejar sin caminar amor– jadeé.

Rió y lo hicimos ahí en la oficina, me dolían las piernas y suspiré, estábamos acostados en el sofá y miré al frente.

–Mmm, me gustó– murmuré en el pecho de Luka.

–A mí también– murmuró él en mi cabeza.

Dejó un beso ahí y miré sus ojos, esos ojos grises que me mataban.

–Amo tus ojos– sonreí.

–Yo los tuyos– murmuró él.

Sonreí y me dormí un ratito, nos despertamos a la vez y nos pusimos la ropa.

–Voy a la habitación– murmuré saliendo de la oficina.

–Ve bonita, yo me quedo aquí– murmuró Luka.

Fui a la habitación y me acosté en la cama, me dormí un buen rato y me desperté, Atenea estaba en mis piernas y sonreí.

–Hola bebé– murmuré.

Sus orejas eran paraditas, sus ojos eran negros y ví que se levantó.

–¿Qué pasa Atenea?– murmuré al ver que se acercó al ventanal.

Ladró y ladró.

–Atenea– murmuré.

Me levanté y me acerqué al ventanal.

–¿Qué mierda?– murmuré.

Francisco Regnault, la familia Regnault y mi tía Adalia Fothen, Atenea ladró más y luego se quejó.

–Luka– lo llamé.

Ví que Charles Regnault sacó un arma.

–Ay no– murmuré.

Together Until DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora