–¡Ahhhh, dos días Luka!– sonrió Adeline.
Reí y asentí.
–En dos días serás la señora Ivanov– ella asintió.
–¿Sabes? Yo no pensé que me iba a casar, pero ahora mírame, ya hasta dos hijos tengo– rió.
Asentí y nos sentamos a comer, fuimos a ver películas y luego a comer otra vez.
–Me duele la pancita– murmuró Adeline– Uy, voy al baño.
Reí y se fue corriendo.
–Ay, mi futura esposa si que es un caos– Leah entró.
–Papi– murmuró.
La miré y por primera vez la ví llorando.
–¿Qué pasó mi niña?– pregunté.
Se acercó y me abrazó.
–Es que... tuve una pesalila– murmuró llorando.
–Ay mi bebé, ya pasó– murmuré.
La llevé a su cuarto y la acosté en su cuna.
–¿Te vas a ir?– preguntó.
–No bebé, duérmete, aquí estaré– sonreí.
–No puelo, me da miedo– murmuró.
–Te cantaré una canción– murmuré.
Asintió y suspiró.
–The monster's gone– canté– He's on the run... and your daddy's here.
Acaricié su cabeza mientras seguia cantando hasta que se quedó dormida, puse una canción de cuna y dejé la lámpara de unicornio prendida.
–Descansa princesa– sonreí.
Voltee y Adeline estaba mirándome mientras sonreía.
–¿Qué le pasó?– susurró.
Salimos y cerré la puerta muy despacio.
–Tuvo una pesadilla, llegó llorando al cuarto de cine– murmuré.
–Ay, mi bebé lloró– murmuró Adeline– Se nota que si le dió miedo.
Asentí y fuimos al cuarto de cine, seguimos viendo películas, fuimos a la habitación a las 2AM y nos quedamos dormidos, escuché un llanto y Adeline se levantó.
–No, yo voy, quédate a descansar– sonreí.
Asintió y salí de la habitación, entré a la habitación de Owen y lo cargué.
–Shhh, ya pasó bebé, ya pasó– murmuré.
Le dí el biberón y lo moví de un lado a otro, se quedó dormido y lo acosté en la cuna, prendí la lámpara de dinosaurio y puse igual una música de cuna, salí y entré a ver a Leah, estaba destapada y sonreí.
–Te vas a enfermar– susurré.
La tapé y salí, entré a la habitación y Adeline estaba dormida.
–Mucho estrés para tí sola– murmuré.
Bajé a la cocina y tomé una taza de café con leche, terminé y me enjuagué la boca, puse la alarme de seguridad y subí a mi habitación, entré y me acosté al lado de Adeline, le dí un suave beso en la frente y ella se movió, sonreí y me dormí, al día siguiente me desperté y Adeline seguía dormida, salí de la habitación y entré a ver a Leah, estaba sentada en su cuna esperando a que su mamá llegue por ella.
–¿Y mami?– preguntó.
–Está dormida, hay que darle días libres– murmuré.
Asintió y la cargué, la bajé y fuimos a la habitación de Owen.
ESTÁS LEYENDO
Together Until Death
Teen FictionPara Adeline Koch no a sido fácil tener una vida normal, no desde que sus padres se volvieron los mafiosos más temidos del lugar, Adeline Koch se queda sola gracias a un terrible accidente donde mueren sus padres, todos la apoyaban pero no era igual...