†Capítulo 39†

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–¡Ahhhh, dos días Luka!– sonrió Adeline.

Reí y asentí.

–En dos días serás la señora Ivanov– ella asintió.

–¿Sabes? Yo no pensé que me iba a casar, pero ahora mírame, ya hasta dos hijos tengo– rió.

Asentí y nos sentamos a comer, fuimos a ver películas y luego a comer otra vez.

–Me duele la pancita– murmuró Adeline– Uy, voy al baño.

Reí y se fue corriendo.

–Ay, mi futura esposa si que es un caos– Leah entró.

–Papi– murmuró.

La miré y por primera vez la ví llorando.

–¿Qué pasó mi niña?– pregunté.

Se acercó y me abrazó.

–Es que... tuve una pesalila– murmuró llorando.

–Ay mi bebé, ya pasó– murmuré.

La llevé a su cuarto y la acosté en su cuna.

–¿Te vas a ir?– preguntó.

–No bebé, duérmete, aquí estaré– sonreí.

–No puelo, me da miedo– murmuró.

–Te cantaré una canción– murmuré.

Asintió y suspiró.

The monster's gone– canté– He's on the run... and your daddy's here.

Acaricié su cabeza mientras seguia cantando hasta que se quedó dormida, puse una canción de cuna y dejé la lámpara de unicornio prendida.

–Descansa princesa– sonreí.

Voltee y Adeline estaba mirándome mientras sonreía.

–¿Qué le pasó?– susurró.

Salimos y cerré la puerta muy despacio.

–Tuvo una pesadilla, llegó llorando al cuarto de cine– murmuré.

–Ay, mi bebé lloró– murmuró Adeline– Se nota que si le dió miedo.

Asentí y fuimos al cuarto de cine, seguimos viendo películas, fuimos a la habitación a las 2AM y nos quedamos dormidos, escuché un llanto y Adeline se levantó.

–No, yo voy, quédate a descansar– sonreí.

Asintió y salí de la habitación, entré a la habitación de Owen y lo cargué.

–Shhh, ya pasó bebé, ya pasó– murmuré.

Le dí el biberón y lo moví de un lado a otro, se quedó dormido y lo acosté en la cuna, prendí la lámpara de dinosaurio y puse igual una música de cuna, salí y entré a ver a Leah, estaba destapada y sonreí.

–Te vas a enfermar– susurré.

La tapé y salí, entré a la habitación y Adeline estaba dormida.

–Mucho estrés para tí sola– murmuré.

Bajé a la cocina y tomé una taza de café con leche, terminé y me enjuagué la boca, puse la alarme de seguridad y subí a mi habitación, entré y me acosté al lado de Adeline, le dí un suave beso en la frente y ella se movió, sonreí y me dormí, al día siguiente me desperté y Adeline seguía dormida, salí de la habitación y entré a ver a Leah, estaba sentada en su cuna esperando a que su mamá llegue por ella.

–¿Y mami?– preguntó.

–Está dormida, hay que darle días libres– murmuré.

Asintió y la cargué, la bajé y fuimos a la habitación de Owen.

Together Until DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora