–¡Ahhh!– gritó Kiran adolorido.
Se lo llevaron al hospital y suspiré.
–¿Saben qué pasó?– pregunté.
–No, lo encontraron ensangrentado en su celda– respondió Morrison.
Asentí y fuimos a comer, regresamos a las celdas a dormir y luego al día siguiente, salí y Adeline estaba sentada esperando, obvio no estaba sola.
–Hola– sonreí.
Cargué a mis dos pequeños hijos y le dí un beso a Adeline.
–Papá– habló Leah.
Sonreí y le dí un beso, Adeline dijo que podía hablar un poco.
–¿Qué pasa mi amor?– pregunté.
–Que-o du-e– balbuceó.
–¿Dulces?– pregunté.
Asintió y miré a Adeline.
–Oh no, está enferma– habló ella– ¿No la ves? Tiene gripe.
Leah estornudó y sonreí.
–¿Cómo está la perrita guardián?– pregunté.
–Bien, siempre jugando con estos dos pequeños ratones– rió Adeline.
Reí.
–¿Y tú?– pregunté.
–Mejor, ya puedo dormir tranquila y sin tener pesadillas– murmuró.
Sí, desde lo ocurrido con el idiota de Regnault ella tenía pesadillas cuando dormía.
–Camila se está ocupando de cuidar a los dos bebés mientras yo voy a trabajar a la empresa, tu papá ordenó una suite aquí en la cárcel– habló– Para tí, Kiran y Morrison.
Asentí y suspiré.
–Lo sé, ya estamos en ellas– hablé– Ven vamos a verla.
Asintió y fuimos a mi suite, entramos y sonrió.
–Es... linda– habló– No más linda que nuestra habitación pero bueno.
Reí y dejé a los dos pequeños en la cama.
–Sin pelear– hablé mirando a Leah.
–Ta bi-e– balbuceó.
Sonreí y me acerqué a Adeline.
–Mmm, quiero estar aquí contigo– murmuró.
López entró.
–Una noche– habló.
Sonreí y Adeline asintió.
–Gracias López– habló ella– Por cierto, tu encargo está en la puerta.
López asintió y se fue.
–¿Encargo?– pregunté.
–Ajá, ¿a quien crees que le traje a López?– preguntó.
–¿Quién?– preguntó.
–Nada más y nada menos que la persona que te metió aquí– sonrió– Regnault está aquí, puedes golpearlo, puedes hacer lo que quieras con él.
–¿De verdad?– asintió– Bueno, si sale muerto de aquí, no es culpa mía.
–No saldrá, no en doce años– murmuró Adeline– Presenté muchas pruebas en su contra, desde secuestros, mi... mi caso y cuando quiso secuestrar a Giselle.
–¿Se metió con ella?– asintió– Oh ya veo, bueno ya tengo mi sacó de boxeo.
Adeline rió y escuché un llanto.
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Together Until Death
Teen FictionPara Adeline Koch no a sido fácil tener una vida normal, no desde que sus padres se volvieron los mafiosos más temidos del lugar, Adeline Koch se queda sola gracias a un terrible accidente donde mueren sus padres, todos la apoyaban pero no era igual...