Together Until Death

†Capítulo 38†

Luka

Hay que ir otra vez a la empresa, no puede ser.

–Amor, ya regreso– sonreí.

Faltaban tres días para mi boda y suspiré.

–Oye– reí.

Adeline rió y asintió.

–Díganle chau a papi– habló Adeline mirando a Leah y a Owen.

–Chau papi– habló Leah.

–Tau pa-i– habló Owen.

Sonreí y me despedí.

–Cuiden a mamá– murmuré.

Leah asintió y salí de la casa, subí al Maclaren y me fui a la empresa, llegué y dejé el auto en el estacionamiento, bajé y subí a la oficina.

–Buen día, buen día– murmuré– Caroline un café, por favor.

–Sí señor– habló mi asistente.

Se fue y alguien entró a mi oficina.

–Seas quién seas lárgate– murmuré mirando los papeles de la boda y de la empresa.

–¿Así tratas a tu ex?– habló Tatiana.

–Agh, eres tú– murmuré.

–¿Qué pasa osito? ¿Me extrañaste?– preguntó.

–No– respondí– Tatiana mejor ve a cuidar a tu hijo, tengo que ver el presupuesto de mi boda, vete, gracias.

–¿Te vas a casar?– preguntó.

–¿Por qué la pregunta? ¿Te duele que no sea contigo? Creeme que mi mujer es mejor que tú, es más, no es posesiva– sonreí.

–Al menos yo no soy una perra– murmuró entre dientes.

Me levanté.

–No te hago nada porque yo respeto a las mujeres, pero si vuelves a hablar así de ella, te juro, te juro que te humillo, porque creeme que ambos sabemos que clase de persona eres– la miré– Es más, tu reputación se quedaría en la ruina si supieran que tienes un hijo con un presidiario.

–Ojalá tu mujercita se muera– murmuró.

–Opino lo mismo contigo, nos vemos pelos de zanahoria– sonreí.

Pelos de zanahoria, sí, porque su cabello era más o menos rojos.

–Idiota– habló.

Se fue y reí, Caroline llegó con mi café y lo tomé, ví todo, salí tarde de la empresa, eran las 7PM, fui a la casa y abrí la reja con el control, entré y estacioné el Maclaren casi en la entrada, bajé y la puerta se abrió.

–¡Leah no corras!– gritó Adeline.

Leah corrió y me vió.

–¡Leah espera, te vas a caer!– grité.

Y se cayó.