†Capítulo 35†

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–¡Ahhhh, mami!– gritó Leah.

Corrió y la cargué, detrás venía Luka todo mojado.

–Mami– murmuró ella.

Me reí y miré a Luka.

–¿Lo tiraste a la piscina?– pregunté.

–Se cayó– murmuró ella.

–Mentira– murmuró él.

–Salió a tí, no le grites– reí– Ya, ve a cambiarte, yo llevaré a Leah arriba a cambiarla para la fiesta, Owen ya está listo.

Luka subió y miré a Leah.

–Lo prometido– sonreí.

Le dí un caramelito y ella sonrió.

–Gachas– murmuró.

Subimos a su habitación y le puse un vestido medio naranja que encima tenía una tela transparente con rosas negras.

–Me veo monita– murmuró sonriente.

Asentí y le puse sus zapatitos, la peiné y sonrió.

–Te queyo mami– me dió un besito en la mejilla.

–Yo también mi nena– sonreí– Ahora vamos a abajo, tus amiguitos ya llegan.

Asintió y bajamos.

–Muy bien, quedate con la tía Giselle, mami irá a cambiarse– sonreí.

Asintió y subí corriendo, me duché, salí y me puse un enterizo blanco con un cinturón de Dior dorado, me puse los tacones blancos, me maquillé y miré a Luka, tenía una camisa blanca y pantalón negro, zapatos negros y sonreí.

–¿Vamos?– pregunté.

Asintió y bajamos, Owen tenía un traje bonito, sin saco y sonrió.

–Listo, llegaron– habló Irina.

Los amiguitos de Leah llegaron y empezó la fiesta, comieron pastel y cantamos el happy.

–Leah– hablé– Ven aquí.

Se acercó y le dí una cadena mía, una luna de oro y sonrió.

–Te quiero– sonreí.

Me dió un beso y sonreí, se fue a jugar y Owen se quedó dormido.

–Voy a dejarlo en su cuna, ya bajo– murmuré– Espérame aquí.

Luka asintió y subí, dejé a Owen en su cuna y me quedé mirándolo, sonreí y escuché un ruido en el armario, miré confundida y me acerqué, las puertas se abrieron y Regnault salió de ahí.

–¿Qué pasa mi amor?– preguntó– ¿Llegué tarde?

Retrocedí y choqué con la pared, me tomó del cabello y me sonrió.

–¿Sabes? Te portaste mal conmigo– murmuró.

–Suéltame– murmuré.

Apretó su agarre y me quejé.

–Por favor...– pedí.

Me pegó a la pared y me tomó de las mejillas, se acercó y negué, me besó y la puerta se abrió.

–¿Qué estás...?– miré a Luka.

–Luka...– murmuré– Luka yo...

–Por eso querías que me quede abajo– negué.

–Él... él apareció de la nada yo...– se fue.

Regnault sonrió y se fue, salí de la habitación y agarré a Luka del brazo, lo llevé a la habitación y suspiré.

Together Until DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora