Together Until Death

†Capítulo 22†

–Hola bonita...– murmuró.

Choqué con la puerta y él se acercó, miré esos ojos grises.

–Pensé que...– lo miré– Ven aquí.

Lo abracé y luego lo besé.

–Te extrañé mucho– murmuré llorando.

–Y yo a tí bonita– murmuró Luka.

–Dios, pensé que estabas muerto– murmuré.

–No lo estoy– murmuró.

Me dió un enorme abrazo y luego un beso.

–Mi bonita, mi vida– murmuró él.

Se arrodilló y me abrazó por la cintura.

–Hola bebé, soy yo– murmuró y sonreí.

–Luka– murmuré sonriendo.

Se levantó y lo abracé.

–Ven, pasa– lo jalé.

Cerró la puerta, nos sentamos en el sofá y Atenea se subió encima de él.

–Yo también te extrañé saco de pulgas– y me sacó una sonrisa.

–Saco de pulgas– reí.

Me sonrió y Atenea se bajó.

–Luka, ¿qué te hicieron?– murmuré al ver sus golpes.

–Solo recuerdo que estaba en el auto, de un momento a otro resulté en un almacén, amarrado y luego la llamada, dispararon a la nada y solo ví que me golpearon, me tenían encerrado, luego en un descuido me soltaron y corrí como si no hubiera un mañana, llegué a la casa y aquí estoy– murmuró.

–Tu papá está destrozado– murmuré– Tienes que ir a verlo.

–Lo haré, primero iré a bañarme, no toqué el agua en meses– murmuró.

–Ven– murmuré.

Lo llevé a la habitación y vió la habitación.

–¿Y eso?– preguntó.

La pequeña casita de Atenea.

–Es de Atenea, Danilo se la compró ayer– sonreí.

–¿Y a mi bebé?– preguntó.

–Tu bebé no me deja dormir– sonreí.

–Ay, bebé estás mal– murmuró Luka.

Reí y se fue a bañar, salió y se cambió, escuché la puerta abrirse y miré a Luka.

–Son los chicos– sonreí.

–¡Adeline!– escuché a Giselle.

Luka sonrió y escuché pasitos afuera.

–Oye Adeline, te traje esto– murmuró entrando.

Vió a Luka y se le cayó el peluche.

–¡Ahhhhh!– gritó ella.

Corrió hacia Luka y él la cargó.

–Te extrañé demasiado– murmuró ella.

–Mi princesita– murmuró Luka.

–¿¡Por qué gritó?! ¿¡El bebé está bien?! ¡Adeline!– Leo subió corriendo.

Se quedó estático en la puerta y me miró.

–¿Es verdad? ¿Es...?– asentí.

Se acercó y abrazó a Luka.

–Leo– murmuró él.