Together Until Death

†Capítulo 5†

–Bonita– murmuré.

Era el día siguiente y ella estaba muy dormida.

–Bonita, hora de despertar–– murmuré.

–Mhm, ya voy– murmuró dormida.

Sonreí.

–Anda, vamos a desayunar– murmuré.

Se levantó y me miró.

–¿Preparaste el desayuno?– preguntó.

Asentí y bajamos a tomar desayuno, vió la mesa y suspiró pesadamente.

–Ya pasó– murmuré– Ven.

Se sentó en la barra y le dí el desayuno, comimos y subimos a guardar todo para volver a California, subimos al avión pero dimos otro rumbo.

–¿Londres?– preguntó Adeline.

Asentí y le vendé los ojos, la llevé a una casa y entramos.

–Ya– hablé.

Se sacó la venda y se quedó sonriente.

–No lo creo– murmuró.

Giselle corrió hacia ella y se abrazaron.

–Deline– Giselle sonrió.

–Mi princesita, te extrañé mucho– habló Adeline.

Sonreí y Giselle me abrazó.

–Luka– murmuró ella.

Sonreí y se separó, estuvimos un rato ah no y luego nos regresamos a California, llegamos y fuimos a la casa, entramos y Adeline entró.

–Vigila el perímetro, no sabemos que pasó cuándo no estuvimos– hablé.

Julián asintió y se fue con la mitad de los guardaespaldas.

–¡Luka!– me llamó Adeline.

Entré y la ví sonriendo con algo en las piernas.

–¿Y eso?– pregunté.

–Nos lo dejó Leo– respondió– Mira, es muy bonito.

Sonreí y acaricié a los perritos.

–Hades y Atenea– sonrió Adeline.

–¿Hades y Atenea?– pregunté.

Asintió y sonreí, dejó a los perritos en el piso y se fueron al patio.

–Son lindos, son Doberman– habló ella.

Asentí y se acercó a mí, me dió un beso y sonreí.

–¿Mañana tenemos que ir a la empresa?– preguntó.

–Yo sí, tú no– respondí.

–Pero...– suspiró– Te odio.

–Tú me amas– sonreí.

Asintió y reímos.

–Señorita, afuera la busca alguien– habló Camila.

–¿A mí?– preguntó Adeline.

Asintió y ella se levantó, me tomó de la mano y me dejó en la puerta, ella salió un poco y habló.

–¿Qué haces tú aquí?– preguntó.

–Hermanita– habló Danilo.

Salí y Danilo sonrió sarcásticamente.

–¿No te dijo?– preguntó Danilo mirándome.

Miré a Adeline y ella suspiró.

–Vete de mi casa ahora mismo– Adeline ordenó que se lo lleven.

–¡Tú no tienes nada de plata Adeline!– gritó Danilo– ¡Tu mafia termino para siempre!