𝓔𝓶𝓫𝓪𝓻𝓪𝔃𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓲𝓭𝓲𝓸𝓽𝓪 |𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 𝓜𝓪𝓵𝓯𝓸𝔂|

7. Especial Navidad

Esme

Me desperté gracias a la luz solar entrando por la ventana admirando las vistas del otro costado de mi cama con una sonrisa. El precioso perfil de Draco se hace notar por debajo de mis sabanas ya que anoche dormimos juntos. Se nos está haciendo costumbre desde que hace unos días le pedí que durmiera conmigo porque me sentía sola, ya que mis compañeras de cuarto se habían ido con sus novios a visitar Hogsmade y se habían quedado allí, así terminando por cada día en una habitación. Hoy en la noche de Navidad toca en Slytherin.

Baje de la cama encontrándome con Hermione (quien al igual que Draco se quedó en la noche) que sonrió para después abrazarme con todas sus fuerzas y gritar un «¡feliz Navidad!» haciendo que la callara. Draco todavía duerme y no quiero despertarle. Todavía quedan un par de minutos antes de que tengamos que bajar a desayunar.

Sonreí aceptando en regalo de Mione que es un pequeño collar de corazón partido a la mitad y ambas partes en conjunto forman la frase de «Best Friends Forever» haciendo que sonriera

—Gracias Mione— dije en un susurro— abre tu regalo, estoy segura de que te encantará—

La recién mencionada abrió el regalo con emoción viendo que es un libro que ella ha querido comprarse desde hace un buen tiempo. Un libro muggle que tiene varias de las leyendas escritas en él. Su cara hizo que valiera la pena el dineral que me gaste en el maldito libro de los cojones.

Entre abrazos y gritos emocionados de parte de ambas la hora de desayunar llegó así que desperté a Draco (quien se ve extremadamente sexi con el pelo revoloteado y su cara de recién levantado) y después de que terminaremos de arreglar nos bajamos hasta el gran comedor con los respectivos regalos para cada uno.

Al llegar abrí los regalos de Harry y Ron (los cuales son un par de mamelucos para mi bebé por parte de mi hermano y unas remeritas por parte de Weasley) para después darle los suyos.

Ya cuando terminé de repartir los regalos a mis amigos más cercanos me encaminé hasta la mesa de profesores donde Severous está hablando con Minerva y Dumbledore quienes me miraron cuando aparecí en aquella mesa

—Profesor Snape, feliz navidad— dije extendiendo una caja pequeña envuelta en un papel negro

Severous pareció sorprendido de que le diera un regalo ya que en mis años anteriores jamás le regale nada. En mi defensa me enteré que es mi padrino hace poco. Respondió por una cagada que hice gracias a Harry lo cual le agradezco.

Snape rompió el envoltorio bajo la atenta mirada de los demás profesores quienes sonríen y sacó el pequeño collar que compre cuando regrese a la joyería donde compre las pulseras para Draco y además de aquel collar le extendí otro paquete un poco más grande donde hay una foto de mí y Harry de niños. Se que no es lo mejor, pero por lo menos podrá tener fotos de cuando yo era niña. Quería darle una en la que estuviera sola, pero fue imposible encontrar, aunque sea una sola.

El antes mencionado sonrió al ver la foto y una lágrima solitaria cayó por sus ojos, cosa que intentó ocultar, pero igualmente yo me acerqué a abrazarlo siendo correspondida

—Feliz Navidad Esme— dijo Snape sonriendo por primera vez
—¡Gracias padrino! ¡Igualmente!—

Y con eso me fui hasta la mesa de Slytherin donde un alegre Draco me mira llegar con su regalo en mano. El simplemente sonrió y me dio un beso

—Ya se me hacía raro que no me regalaras nada— dijo socarrón
—Cállate y abre tu regalo antes de que me arrepienta Malfoy—

Draco sonrió y bajo la atenta mirada de todos los Slytherin abrió aquel pequeño paquete donde están las pulseras, mirándolas con una sonrisa y leyendo el papel que le agregue que dice «para que puedas ver que eres la luz de mi camino a partir de ahora Malfoy»