Esme
Suspiré y me levanté de la cama con una sonrisa en mi cara ¿la razón? Hoy podré ver a Harry después de dos largos meses de vacaciones, pero a la alegría de ver al antes mencionado también se le suma el miedo y nerviosismo. Mis hijos están a punto de nacer, tengo fecha para dentro de tres semanas así que junto con Draco y después de hablar con Dumbledore decidimos que iré solo las primeras semanas y después me iría a una casa que Draco compró para mí con unos ahorros que tenía más su sueldo de un trabajo que consiguió poco después de que empezaran las vacaciones.
Me dirigí hasta el armario que hay en mi habitación viendo que a estas alturas solo queda la ropa que me pondré hoy la cual consiste de un mono la cual la parte interna es blanca y la "externa" celeste con unas zapatillas blancas con la parte del talón un degradado de rosa.
Me sentí algo rara al ver la habitación vacía. Estos últimos dos meses que tuvimos de vacaciones extrañamente me acostumbré a la casa de Severous y ahora que llegó la hora de irme a vivir sola me dio algo de cosa. Viví mucho en poco tiempo. Como por ejemplo cuando Snape perdió cien veces seguidas al ajedrez mágico y se enfadó tanto que termino por convencerse de que hice trampa y me persiguió por toda la casa gritando «tramposa» haciéndome reír.
Dejé la nostalgia de lado y bajé con cuidado las escaleras, agarrando con cuidado mi vientre ya bastante crecido sonriendo cuando vi el desayuno ya servido en la mesa ya que me apetecía poco y nada hacerme uno
-Supuse que no querrías hacerte el desayuno así que te preparé algo- dijo Snape cuando me vio- ten cuidado al bajar-
-Que si pesado- dije divertida- gracias por el desayuno-
-De nada- contestó sonriendoMe senté en la mesa y casi devoré los huevos con tocino que Snape preparó para mí para después ver la hora en el reloj (cortesía de Draco) para darme cuenta de que llego tarde a lo de los Weasley así que rápidamente encanté a mi baúl con un «Piertotum locomotor» y me encaminé hasta la chimenea donde llegué gracias a los polvos flu.
Ni bien llegué me encontré con Molly quien me recibió con un cálido abrazo seguida de George, Fred, Percy, Ron, Ginny y obviamente Harry quién también se agachó para besar mi vientre ganándose un «Aww» colectivo haciendo que se sonrojara.
Fruncí un poco el ceño cuando una patada del que seguramente sea el niño (quien es el más activo de los dos) hizo que agarrara mi vientre con dolor haciendo que Harry y Molly me extendieran una silla para sentarme
-¿Te sientes bien?- preguntó Molly preocupada- ¿quieres que te lleve al hospital?-
-No, estoy bien Molly, es solo una patada del que seguro es el niño. Es muy inquieto- respondí con un tono meloso
-Hay si, recuerdo lo doloroso que era- mencionó Molly con empatía- aunque me tranquilizaba sentirlas, me daban señales de que mis bebés estaban bien-Yo asentí de acuerdo y acepté encantada el trozo de pastel de chocolate que me ofreció Molly. Últimamente es uno de mis más grandes antojos. Pobre de Draco cuando se quedaba a dormir si no me conseguía. Culpen al embarazo, no a mí.
Miré a todos lados en busca del señor Weasley, pero no lo encontré por ningún lado así que decidí preguntar recibiendo como respuesta que hubo una emergencia que tuvo que manejar en el ministerio lo cual me preocupó un poco, pero le resté importancia. Nadie parecía preocupado por eso.
Me paré de la silla con cuidado de no perder el equilibrio (sí, soy así de torpe, más cuando tengo una panza del tamaño de una sandía) y me encaminé hasta la chimenea para ir hasta el callejón Diagon ya que todos tenemos que comprar nuestros útiles escolares.
Al llegar me dirigí directo hasta la librería (ya que prefiero comprar primero los libros) pero de camino me encontré a Draco y Lucius juntos en la tienda de antigüedades. Algo raro si sabes que se pelearon cuando se enteró de mi embarazo.
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𝓔𝓶𝓫𝓪𝓻𝓪𝔃𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓲𝓭𝓲𝓸𝓽𝓪 |𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 𝓜𝓪𝓵𝓯𝓸𝔂|
FanfictionEsme Potter... la bruja más conocida y temida del mundo mágico, condenada a vivir una vida realmente complicada en la que no quiere estar, una en la que vive bajo la sombra de la leyenda que rienda su vida y que resulta ser cierta... Se dio cuenta d...