14. Amenaza

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Esme

Suspiré y después de haber estado pensando un buen rato decidí volver a casa, ya se hizo demasiado tarde (tanto que el cielo ya es anaranjado) y además tengo la cabeza fastidiada de tanto pensar. Lo mejor ahora es que llegue a mi nuevo hogar y desfrute de unas divertidas partidas de ajedrez mágico con Snape.

Cuando llegué a la gran mansión me encontré con el antes mencionado sentado en un sillón que hay frente a la entrada, de brazos cruzados y con su ceño fruncido, listo para un sermón

-Mira, no necesito de tus sermones, ya bastante tengo con el mal día- dije tirándome en el sofá- además no regresé tan tarde-
-¿Que te pasa?- preguntó con el ceño fruncido al verme tan decaída

Dudé por un segundo en si decirle o no lo que dijo Lucius. Por un lado, él puede ayudarme a tomar una decisión sobre qué hacer, pero por em otro también puede no entender la situación y arruinarlo todo.

Al final me decidí a decirle viendo su expresión preocupada al pensar en un Draco herido de nuevo. Yo ni siquiera quiero pensarlo. No podría cuidarlo ya que estaría ocupado con los niños quienes tendrían un mes

-Mira, Lucius Malfoy no es alguien en quien fiar- empezó Snape pensativo- pero creo que esta vez dice la verdad. Es su hijo de quien habla después de todo-
-No puedo arriesgarme- dije con la voz entrecortada- no quiero volver a perder a nadie, no puedo perder a nadie más-
-Oh Esme-

Severous me abrazó y dejó que llorara sobre su túnica negra duranta bastante tiempo, mientras mi corazón late rápido ante los recuerdos. Flashes de la muerte de Jackie vienen a mi mente como heridas del pasado.

Al final, al no poder calmarme decidimos que lo mejor sería jugar unas partidas de ajedrez mágico pasando lo que quedó de tarde entre risas y malos chistes hasta que llegó la hora de cenar y dormir.

Al estar recostada en la tranquilidad de mi cama una idea pasó por mi cabeza. Si lo que dice Lucius es cierto el ataque será en Hogwarts así que lo más probable es que sea ni bien llegamos a Hogwarts, si lo piensas bien es la mejor oportunidad ya que los alumnos están centrados en la selección y el banquete.

Si partimos en base a esa teoría yo tendría para ese entonces los niños ya habrán nacido lo que significa que si puedo llegar a dejarlos con alguien en la hora de la selección y el banquete podría llegar a proteger a Draco junto a los chicos. Tengo que organizarme con ellos para hacer un plan.

Suspiré y al ver que no voy a poder dormir así que bajé las escaleras en busca de una taza de leche caliente susurrando un «Lumos» ya que todo está obscuro, pero cuando llegué a la cocina me encontré que hay una luz encendida en el salón. Al acercarme pude ver a Snape sentado en el sillón, viendo viejas fotos de mamá

-¿La extrañas?- pregunté sentándome a su lado
-Un poco- Lily era alguien que se hace extrañar-

Sonreí y abracé al antes mencionado por los hombros para que no se sintiera tan mal. Se que no dejara salir las lágrimas que pican sus ojos, pero por lo menos no se sentirá solo.

Estuvimos así un buen rato hasta que el timbre de la casa sonó haciendo que ambos nos miremos extrañados. Son las cinco de la mañana, no hay muchas personas que te visiten a estas horas de la noche.

Con mi varita debajo de mi ropa abrí la puerta viendo que quien está detrás de la puerta es Draco quien tiene los ojos rojos y su cara es una derrotada haciendo que me partiera el corazón. Algo habrá tenido que pasar

-Draco ¿qué pasó?- pregunté con tono suave
-Necesitaba verte- dijo con tono bajo, casi derrotado
-Pues aquí me tienes- dije sonriendo- sabes que siempre te apoyaré-

𝓔𝓶𝓫𝓪𝓻𝓪𝔃𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓲𝓭𝓲𝓸𝓽𝓪 |𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 𝓜𝓪𝓵𝓯𝓸𝔂|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora