18. Parto

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Esme

Ya cuando terminé mi desayuno me dirigí hasta la sala de pociones junto a Susan y Hannah quienes me protegieron de los brutos chicos de Ravenclaw que salían disparados del comedor.

Cuando llegamos me senté en una de las mesas más alejadas de Snape. Lo adoro y me encantó pasar tiempo con él, pero ya fue suficiente. Lo atosigante que fue en las vacaciones algunos días me hizo tener del hasta varios meses.

Me senté junto con Hannah y Susan para después ver a Severous inicia las clases con el mismo mal humor de siempre, todo parece estar igual con solo una diferencia. Me duele la parte baja de mi vientre como los mil demonios.

Me alejé de la mesa y disimuladamente me agarré el vientre mientras que cerré por unas decenas de segundos los ojos. Al igual que las veces anteriores seguro que es solo un susto así que decidí no decir nada al profesor. Simplemente me quedé quieta ante la mirada de preocupación que tiene ahora Hannah

-Esme ¿te encuentras bien?- preguntó con el ceño ligeramente fruncido
-S-si- dije lo más normal que pude- ¿porque preguntas?-
-Estás pálida y sudas mucho- dijo acercándose a mi- ¿quieres que te llevemos con Madame Pomfrey?-
-No gracias- dije sonriendo- son falsas contracciones de parto. Ya se me pasará-

Cuando terminé de hablar sonreí lo más convincente que pude y pareció convencerlas así que como pude me acerqué hasta el caldero donde hay que preparar la poción cuidando de que el dolor no se volviera más fuerte o que durara mucho tiempo.

Bien, en este mismo momento quiero matar a medio mundo. Ya sé que dije que las contracciones durarían poco pero ya pasó toda la hora de la clase de Snape y sigo con el mismo dolor así que me dispuse a ir con Madame Pomfrey, pero antes de que pudiera dar un paso sentí un líquido mojar mis piernas... demonios.

Suspiré y empecé a inhalar y exhalar haciendo uso de los consejos de la doctora Severide me dice desde hace un par de meses, pero no pude evitar maldecir. Mi parto se supone que iniciaría en tres semanas. Para ese entonces estaríamos en casa e iríamos al hospital Muggle en el que me estuve atendiendo para tener mi parto allí pero ahora lo veo poco probable.

Severous se acercó a mi preocupado al ver que (por suerte) todos los demás ya habían salido hasta la siguiente clase, pero yo todavía sigo en mi lugar, inmóvil por el dolor que me produce entrar en labor.

Antes de que el antes mencionado llegara hasta mi murmuré un «aparición» y me encontré en el patio de la escuela donde Hagrid está dando la clase de cuidados de criaturas mágicas

-Draco Malfoy- grité con todas mis fuerzas haciendo que me mirara- tienes que venir ya mismo-

El recién mencionado se acercó a mi junto a Ron, Hermione y Harry quienes al ver mi cara adolorida pudieron deducir la razón de mi grito y cara de dolor. El único confundido es Draco quien me puso su mano sobre mis hombros

-¿Que pasa cariño?- preguntó suave
-No quiero que te asustes cariño, pero entré en labor- dije lo más suave que pude- los niños ya van a nacer-

Hubo un par de segundos donde todo pareció ir en cámara lenta. Draco se quedó inmóvil en su lugar, Ron y Hermione se encaminaron hasta las lechuzas mensajeras para mandarle una carta a sus familias, Harry fue en busca de Dumbledore para avisarle de mi ida y yo me quedé en el mismo lugar, mirando con odio hacia Draco

-¡Por dios Draco! ¡Si no te acercas a mí en cinco segundos iré sola al hospital!-

Mis palabras parecieron haber despertado al antes mencionado quien se acercó a mí para que yo pudiera hacernos aparecer en la madriguera donde Molly se nos acercó con una cara preocupada

𝓔𝓶𝓫𝓪𝓻𝓪𝔃𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓲𝓭𝓲𝓸𝓽𝓪 |𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 𝓜𝓪𝓵𝓯𝓸𝔂|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora