El chico de sus sueños estaba lleno de secretos, unos mas desastrozos que otros.
Pero ella, lo tendria a toda costa.
Lo que podria terminar en un grave resultado, e incluso, la muerte...
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CAPÍTULO 17
—Gracias, Joanna, estaré al tanto de eso, dame unos minutos para terminar con las llamadas y termino con las órdenes, así es, gracias —colgué en ese momento y termine de teclear en la computadora , con rapidez subraye la última tarea pendiente que tenía en mi agenda y tapé el marcador rosa dejándolo encima del teclado, sentía aún mi pecho inundado de emociones y miedo. Pero a pesar de que mis manos eran temblorosas de vez en cuando desde ayer en la noche, resistí las ganas de hacer algo al respecto. Me quede un momento observando la agenda, escuchando el bullicio del exterior y mi alrededor, escuchar a las personas cerca de mi estar haciendo su trabajo y estar concentrados en terminar lo que tenían pendiente antes de las 6 era interesante. Pero ahora ni siquiera me permitía pensar en eso, gracias el nudo en mi garganta y el dolor repentino de estómago. Que era básicamente un producto más de la ansiedad, —deja de pensar en eso —murmuro acomodándome mi cabello. Pero la curiosidad de saber cómo estaba todo por allá me estaba volviendo loca.
—Hola, Sofía, ¿como van las llamadas? ¿Ya nos hablaron de insumos? —entra Emilia saludando alegre.
Emilia Cazzares es mi jefa de área. Y es la única que le gusta usar vestidos con tonalidades elegantes y alguna que otra vez con estampados de flores. Usualmente trae el cabello recogido, pero hoy lo traía suelto. Para mi suerte, ella tendría una reunión a las 5:30 en el centro con otros colegas, y eso me daría ventaja para salir temprano y para poder pedirle unos días. Si es que ella estaba dispuesta a acceder a mi peticion, ya que el nivel de carga de pendientes estos ultimos dias han excedido el tiempo de trabajo dentro de la oficina asi que no cabe duda de que tal vez, me diga que no.
—Hola, Emilia. Recuerda que tienes que estar 10 minutos antes en la reunión, por cierto, Miguel acaba de cancelar su asistencia para la junta de mañana porque su esposa va a tener a su bebé en el hospital Universitario. Así que no va a asistir. También tienes una llamada pendiente en recursos, acaban de despedir al encargado de limpieza y ahora no quisieron explicar porque y, no, no han llamado de insumos porque no se han presentado desde que empezaron a revisar el contrato en la mañana después del error—le explico lo sucedido durante la mañana en su ausencia mientras la observó indagar dentro de su maleta de maquillaje, ella sonrió mirándome de reojo y cuando se sentó en la silla respiro hondo cansada, —un día agitado, ¿no es así? —dije riendo entre dientes.
No veía el momento preciso para decirle.
—Me estoy muriendo, Sofía. Hay mucho que hacer, y parece que no se termina nunca —dice tomando su agenda y revisa los últimos apuntes, asiente lentamente mordiéndose las uñas y vuelve a cerrarla de golpe, —es cierto —me mira pensativa, —manda de nuevo el correo a insumos y pídeles que te manden el contrato ya, si antes de las 5 no lo hacen, queda automáticamente cancelado la transacción y el papeleo. No voy a estarlos esperando, mi tiempo vale oro y hay más colaboradores —ordena en tono firme volviendo a su maleta de maquillaje.
