C A P I T U L O 30

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CAPÍTULO 30


          —Si, mamá. Ya tome un baño, después de haber dormido lo suficiente. Tú ocúpate de la casa y el negocio, recuerda qué hay dinero suficiente en la cuenta, de eso no te preocupes. Yo me tardaré un poco más en volver... Si. Si, de hecho ahora estoy cocinando algo sencillo, no quiero hacer nada especial, ya sabes que no me gusta ser tan ostentosa... Claro. Yo también te amo, mamá. Te hablo después. —colgué la llamada en el celular y apagué la estufa, me estire el cuerpo soltando un largo suspiro sintiendo como mis huesos se acomodaban y toque mi cuello un poco cansada, olí la comida y sonreí después de ver que había quedado perfectamente bien. Algunas verduras cocidas con un poco de carne sazonadas y bien cocidas vendrían bien durante el día. Tapo la sartén y camino rápidamente hasta la puerta del sótano. La casa olía bien y a limpio, me acomodé el cabello detrás de las orejas y saqué la llave del bolsillo de mi pantalón para abrir la puerta, y al momento de hacerlo, aprovecharía el día para terminar con cada pendiente.

         Al abrir la puerta encendí la luz de las escaleras y del resto del sótano gigantesco y espacioso. Con sigilo bajé los primeros dos escalones y cerré la puerta de vuelta guardando las llaves en mi pantalón. Jack todavía estaba acostado en el suelo con su pie atado con una Cadena hasta la pared, y en el otro extremo estaba Jeff atado de un pie en la presencia con una Cadena, pero él sí estaba despierto. Y miro rápidamente en mi dirección. Ambos tenían sus propios colchones y sus baños. Bajé rápidamente y sonreí mirando el semblante de Jeff, un semblante furioso y violento.

—Desátame, Sofía...

—Ah —reniego, —¿eso es lo primero que vas a decir? Cariño.

—¡Desátame, maldita sea, Sofía! ¡¿Que mierdas tramas haciendo esto?!—exclama desesperado.

—Está es la única manera que tengo, para poder estar bien contigo, ¿o que? —me cruzo de brazos molesta, —¿crees que no me di cuenta de que estabas tramando algo? Y que le dijiste a James y que afortunadamente escuché antes de entrar a la habitación dos días antes de que salieras... —dije.

Jeff corrió y frenó de golpe casi cayendo al suelo tocando la cadena de su tobillo. Luego, volvió a levantarse comprendiendo que no me alcanzaba, su respiración agitada solo denotaba desespero y furia.

—Pero tranquilo —sonreí, —ya te limpié y te puse ropa limpia, te voy a dar todo lo necesario para que no te falte nada, mi amor. Voy a hacer que te sientas bien conmigo...

    Jack comenzó a moverse encima de la colchoneta y rápidamente se levantó mirando a su alrededor y luego a mi y a Jeff.

—¿Que pasa? ¿Sofia?

—Tranquilo. Tomate el tiempo para poder comprender la situación, porque ahora soy yo la que los va a manejar de ahora en adelante... —dije decidida, —tal vez no comprendas esta especie de cacería de brujas, pero créanme cuando les diga que yo lo hago por el bien de ustedes.

—¡Maldita sea, Sofía! ¡Quítame estas putas cadenas! —grita desesperado Jack.

—Pudiste haberlo matado, inútil idiota —dice Jeff furioso.

—No, los necesito a los dos, ¿que no entiendes? Te amo, Jeff. Pero a él lo necesito para que no diga o haga algo realmente estupido...

—¡Desátame, Sofía! Escucha no voy a seguir en esto, tan solo desátame y déjame ir, esta persona que veo no eres tú, no estás siendo tu, ¡reacciona! Tu eres mejor que esto, ¡yo jamás te haría daño! Te lo dije—ruega Jack.

—¡No puedo entiéndelo! —grite furiosa, mire a Jeff quien me miraba con frustración y termino sentándose en la colchoneta, —les dije a los dos desde un principio, las cosas que pasaban o que pasarían a partir de ahora. Ustedes causaron esto, y ahora, vivirán con ello el resto de sus vidas —tome de junto a la pared el mazo que tenía preparado y lo tome entre mis manos, me detuve con Jack cerciorándo mi integridad antes de que me alcanzara y retrocedí varios pasos, —ya sé que estabas tramando algo en contra mía, Jack. Ya se que es lo que querías hacer, ¿crees que iba a dejar que me encerraras en un hospital psiquiátrico? Pedazo de mierda... —lo golpeó en el estómago y cuando cae al suelo lo pateo en el rostro y luego en el estómago, con la respiración agitada me detengo en su pierna derecha y la golpeó fuerte mente repetidas veces. Sus gritos de dolor eran fuertes y retrocedí para atrás mirando a Jeff quien miró perplejo la situación, y me acerqué a él sonriendo. Escuchando los lloriqueos de Jack al fondo. Jeff se levantó del suelo y me miró fijo a mi, luego al mazo.

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