C A P I T U L O 1

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CAPITULO 1


        A la distancia se puede observar su sombra... Una irregular silueta que se mueve de lado a lado dentro de esa iluminada habitacion que se veia oculta por cortinas blancas. Mas tarde, esa sombra se combina con la negrura de la habitacion una vez la luz de la misma habia sido apagada por la persona, tal vez en un rapido movimiento.

      Hace frio y mis manos apenas pueden moverse por la falta de calor. Y yo seguia sin creer que aun estaba haciendo esto pero, aqui estaba todavia. En Plenfield. El vecindario que se encuentra a las afueras de Vancouver. En donde la cantidad de casas habitadas es de apenas 4. Era solitario y abandonado, pero en sus tiempos de gloria el vecindario albergaba familias de muy buenas posiciones económicas. Incluida la familia de Jeff, quien, al día de hoy, se encontraba viviendo solo. O bueno, no sabria decirlo con exactitud, pero, en tan solo un par de minutos me veria envuelta en un gran problema si encontraba la manera de entrar, sin ser descubierta. Solo para averiguarlo.

       Su casa está rodeada por muros de cemento, altos y cubiertos por mantas de hiervas verdes y marrones. Observo la pequeña puerta de metal que era exactamente a la altura de medio cuerpo, y lo que se encontraba detrás de ella. El gran y extenso patio frontal y finalmente la casa. Un auto oscuro BMW yacía estacionado al frente, completamente empapado por la lluvia que no quería detenerse desde hace ya varias horas. El aire fresco es constante y mis manos, aunque congeladas, sigo manteniéndolas fuera de los bolsillos de la chaqueta verde y larga que traía puesta, aunque no era momento de ponerme nerviosa. Acomode mi gorra, una gorra negra sin logotipo que cumplía con su cometido cubriendo mi rostro de las gotas de agua que caían de las hojas del árbol en donde me encontraba debajo. Oculta en la oscuridad, aguardando por el momento correcto.

       Toco mi oreja izquierda, recordando con rapidez que había dejado mi aparato auditivo en mi departamento y que no había traído conmigo esta noche. No quería distraerme cuidando constantemente que no cayera de mi oreja por mis estúpidos descuidos. Y lo que me ayudaba en este momento era mi único oído bueno. Con dificultad, tendria que prestar mucha atencion a mi alrededor, y ser cautelosa. Pero claro, sin el aparato nadie sabria que soy medio sorda y medio, porque mi unico oido bueno era el derecho y la diferencia de sonidos era notable. Y quisiera, realmente tenia la ilusion de no haber caido en esto, pero era la unica razon que tenia de saber mas de el, desde las sombras.

       La espera se vio terminada cuando la puerta de la entrada se entre abre y se mantiene un momento así. Me oculto con rapidez detrás del árbol y me asomo un poco para poder ver mejor. Entonces, él aparece. Sale por la puerta cerrándola lentamente y camina debajo de la lluvia sin importarle si se moja o no, empapando esa rubia cabellera y rostro impecable. El vapor de su boca revela su temperatura corporal y yo, solamente pude suspirar mientras lo miraba caminar hacia su auto para entrar en él y encenderlo. Me aferré a la corteza del árbol con las rodillas temblorosas observando su rostro a través de la ventana. Y sonreí. Hoy saldría a su típica noche de reunión que tenia ya prevista; la fraternidad celebraría algo de lo que no me interesaba mucho investigar, así que él se fue pasadas las 8 de la noche. Un poco tarde, como si no quisiera ir. Y se notaba en su semblante.

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