CAPÍTULO 21Al momento de que el amanecer se hizo presente por la ventana, bostecé mirándolo. Me quede junto a la ventana adore el silencio, Jeff ya ni siquiera se escuchaba, y tampoco supe si se había ido a alguna parte o a su casa o si todavía se encontraba aquí. Pero algo dentro de mí volvía a darme paz.
Arrastre los pies fuera de la sucia y vieja habitación, bajé por los escalones y me detuve junto a la puerta, me asomé de nuevo por la rendija y lo encontré recostado en el suelo en posición fetal de espaldas a la puerta. En ese momento, James aparece en la puerta y me recargo en la pared cruzándome de brazos. Se abre paso en la puerta y entra, ahora su vestimenta era diferente, traía unos pantalones oscuros y una camisa blanca debajo de su chaqueta negra, se acerca a la puerta mirándome de reojo y al observar a un Jeff sumamente deprimido chasquea la lengua negando lentamente acusándome con la mirada.
—¿Que le hiciste ahora? —pregunta como si me regañara.
—Yo, nada —respondí exonerando mis palabras de la culpa, —si quieres acércate para preguntarle qué le pasa, probablemente necesite unos calmantes después de esto —susurre.
—No, gracias —contesta acobardado.
—Bien, ¿y te hablo por teléfono o que? ¿Porque estas aquí?
—Me mando un simple y sencillo mensaje. Me dijo que viniera por ti. Quiere que te lleve a su casa, y a mi no me gusta demorarme con los encargos...
Entré a la habitación lentamente y me acerqué delicadamente a él solo para descubrir que tuvo los ojos abiertos todo este tiempo. Volteo a verme entre lágrimas, así que lo rodeé sentándome en el suelo frente a el, arrastró su mano por el suelo y la tome rápidamente.
—Ya no me siento como solía sentirme antes, Sofía... —dice con un hilo de voz, —ya no sé ni siquiera quién soy... Estoy totalmente arruinado. Me odio tanto.
—Era lo mejor que podía hacer por ti, que supieras la verdad sobre el. Para que pudieras ser liberado de una vez por todas de esa culpa y esa incógnita que te mantuvo así todos estos años —sostuve su mano fuertemente, —lo hice por ti.
James entró a la habitación y se recargó en la pared observándome fijamente. Como si quisiera decirme algo con la mirada que mantuvo para él mismo. Solté su mano y me levante del suelo tomando el libro y la foto del suelo, la observé durante un momento y la guardé entre las páginas. Jeff continuó llorando en el suelo, como un niño pequeño lo haría. Guarde de nueva cuenta el diario debajo de la madera y antes de levantarme, sentí a Jeff moverse en el suelo, ponerse de pie y para antes de levantarme James camino hasta donde estaba sujetándome del brazo levantándome sutilmente con una brusquedad tan propia de él. Intente forcejear, James fue más fuerte sosteniéndome del brazo.
—Tranquila, tranquila —murmura controlándome.
—Suéltame, James —digo manteniendo la calma, —suéltame...
—Ah, sabes que no puedo —insiste sonriendo con malicia.
Jeff se incorpora sobre sus pies y aún con esa mirada llena de sentimientos y rabia, sonrió limpiándose las lágrimas. Como si fuera cierto. Ni siquiera sabía que sentir, verlo más enloquecido de lo que ya lo estaba me provocó pavor. Porque el, podía ser capaz de cualquier cosa.
Él se acerca de nuevo hasta donde se encuentra el escondite del libro y se inclina retirando la madera de golpe, recoge el libro y con rapidez sale de la habitación. James lo sigue arrastrándome con el. Mis pasos son torpes tratando de seguirle el ritmo a James hasta que llegamos a la puerta y Jeff se detiene y voltea a vernos sosteniendo el libro entre sus manos.
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|Inestable|Libro1|"Violenta obsesión"|
RomanceEl chico de sus sueños estaba lleno de secretos, unos mas desastrozos que otros. Pero ella, lo tendria a toda costa. Lo que podria terminar en un grave resultado, e incluso, la muerte...