C A P I T U L O 2

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CAPITULO 2



        El dolor es asfixiante.

—¡Auxilio! —grito con todas mis fuerzas.

         Entre lágrimas vuelvo a tirar de la cadena tratando de por lo menos hacer algo con la poca fuerza que me quedaba, usando mis manos y dejando marcas espantosas en las palmas después de haber estado haciéndolo durante ya vario tiempo sin poder obtener resultado alguno. La cadena de dos extremos estaba atada en un tubo de agua pegado a la pared y en el otro extremo, justo en mi tobillo izquierdo. Cada que estiraba mi pie caminando de lado a lado, como un perro atado en el exterior de la podredumbre, mi tobillo quedaba más y más rojizo por lo apretada que había quedado. El dolor ya era de por sí insoportable. Así como el frío de mi alrededor. Después de lo sucedido el día de ayer, cuando en un intento de escapar solamente termine quedando en ridículo frente a la persona por la que había llegado aquí. Tras haber presenciado un asesinato cometido a partir de su propia mano, dejándome una cruel evidencia de que nada más yo no servía para poder cuidar de mí misma por segunda vez consecutiva y de que él, tenía demasiados secretos escondidos. Como lo es, ser un maldito psicópata que mató a su abuelo después de una corta pero agresiva pelea entre ellos dos.

Quizás, su abuelo no era el primero.

         Eso ya era una razón más para tener que depender de mi propia voluntad para seguir viva, manteniendo mi dignidad intacta y dejando de lado los sentimientos que tenía por él en un principio, y lo que me trajo aquí, pensando de buenas a primeras que solo yo era la única loca.

Pero no, al menos sé que era mutuo.

       Por eso, me dejo solo en ropa interior con una miserable y horrible camisa puesta de color negra y holgada. Para humillarme. Solo para sentir esa jodida sensacion, de que me habia atrapado, y con ello, torturarme. Y es que simplemente no esperaba más de esto. Algo dentro de mi sabía perfectamente que esto tenía que terminar mal, pero no sabía que así de esta manera. Es decir, yo aceptaba las condiciones de mis acciones, sabia que si no era yo, iba a ser el, la persona que me iba a delatar con la policia, al momento de encontrarme en su casa solo si esto nunca hubiese pasado. Todo iba a terminar mal, de todas formas.

        Aun asi, puedo justificarme admitiendo que no sabía de antemano, que él era el peligro. Estaba tan distraída con su apariencia, que jamás llegue a indagar más en su personalidad, lo que le molestaba y, en lo que él anciano había dicho sobre el cuándo peleaban. Tal vez, por eso no dejo que me fuera, porque había escuchado algo que lo dejo en evidencia frente a una desconocida. Pero tampoco me mato. Asi que, saber para que me queria con vida, era mas perturbador de lo que pensaba. A pesar de que me estaba inundando de pensamientos que no ayudaban prácticamente en nada, torturándome yo sola antes de que él apareciera con la verdadera forma de hacerme sufrir, continúo tirando de la cadena, fastidiándome en el proceso y volviendo a gritar desesperada y con el miedo a morir. Que quizás era pronto.

|Inestable|Libro1|"Violenta obsesión"|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora