|Inestable|Libro1|"Violenta obsesión"|

E P I L O G O

EPILOGO

Dos años mas tarde...

—No, cariño, solo estamos aqui de visita para revisar algunos asuntos con el Sr. Fantswoord —dije mirando con una sonrisa a la niña rubia de tres años que jugueteaba con una servilleta en la mesa, el Sr. Fantswoord sonrio con cariño mirando a la niña y con los ojos llorosos volvia a sonreirme.

—Es increible como ha crecido, Rosie. Se parece mucho a el, tiene sus ojos azules y ese cabello, es hermoso... —dice mirandola con alegria, —me gustaria que el estuviera aqui.

Me quede callada y mire a Rosie con su vestido cafe y su abrigo negro por encima levantandose de la silla y corriendo alrededor de la mesa, hasta que la atrapo sosteniendola de la ropa, ella se rie y me mira aferrandose a mi brazo, sonrei acariciando su cabello y le indico con la mirada que se siente. Ella como si nada, hace lo que le digo. Ella, es mi unico corazon. La mitad de el, y la mitad de mi. Ahora viven en ella. Pero creo que habia algo mas de el en ella, y eso me hacia sentir viva.

—Cuando volvamos a casa con la abuela, iremos a cenar a donde tu quieras —le digo sosteniendo sus manos.

—¡Si! ¡Si! —exclama emocionada.

—Yo tambien quisiera que el la viera —dije suspirando, mientras miraba aun su nombre en las hojas, —yo tambien quisiera que estuviera aqui...

—Supongo que no esta enojada usted, por lo que paso...

—No. Creo que el sabia que la unica forma de quedarnos juntos era esa, y yo no podia quedarme sin algo de el. Ahora la tengo a ella, y es lo unico que necesito —dije mientras firmaba las ultimas hojas, transacciones y cheques, —¿como va la compra de la ultima tienda? —pregunto leyendo los estados de cuenta.

—Bien, se acaba de adquirir la ultima franquicia. Por cierto, hay un ultimo pendiente en el tintero, y es que queria informarle que la casa se acaba de vender a una pareja la semana pasada...

—Que bien —dije sin animos.

—...Y —continua, —la casa principal, ¿aun desea conservarla?

—Si, de hecho ire a visitarla despues de salir de aqui —lo mire de reojo, —quiero revisar que todo este en orden, no quiero quedarme mas tiempo aqui. Asi que quiero darle un vistazo.

—Muy bien, entonces, creo que hemos terminado por hoy —dice recogiendo las hojas.

—Muchas gracias —dije levantandome de la silla y colocandome el abrigo, —gracias, de nuevo, por todo.

—Es un placer para mi —dice levantandose rapido y estrechando mi mano, —creame que estoy orgulloso de haberla conocido, se que Jeff tambien diria lo mismo, en donde quiera que este.

Recogi a la niña y la cargue en mis brazos, el sujeto la mano de la niña con melancolia, despues me despedi de el y sali del restaurant hacia mi auto. Despues, ya por la tarde despues de haber hecho algunas compras, y haber llegado a la casa me dispuse a cenar con mi hija. Sin embargo, ya pasada la noche, mientras ella dormia en la otra habitacion, yo me quede dentro de la habitacion de Jeff aun llorando sobre su cama, la que habia dejado asi por años, desacomodada y me quede recostada sobre ella mirando entre lagrimas sus cosas, y sus fotos. Me levante a duras penas de la cama y arrastre mis pies hasta la ventana, justo esta ventana daba al patio trasero en donde se encontraba el arbol, y en una de sus ramas, el columpio.

No tenia nada bueno que recordar, por alguna razon, todo volvia a ser gris...

Todo era diferente, ya eramos mas que adultos. Jeff ya no estaba, ni tampoco su dolor, el que rondaba a todas partes a las que iba, ahora permanecian sus recuerdos, pero tampoco me asechaban.