An angel above me

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El castaño estaba oliendo la dulce fragancia del perfume del peli negro, fuerte y dulce, almizcle con un suave toque de menta. Sus manos apretaban con fuerza la camiseta de este mismo.

Una que otra lagrima golpeando por querer salir de sus ojos, pero fue en vano al sentir la calida caricia que le proporcionaba Jungkook en su sedoso cabello.

Cuando logró calmar su respiración se permitió abrir sus ojos; pero al levantar el mentón se cruzó con la mirada dura y amarga de Jungkook.

Intensa, como si le dijera "perdón", dura y cruel, un brillo en el interior con una pesadez en sus orificios.

Entonces se permitió sonreír, no iba a negar que el chico frente suyo tenía algo cruelmente llamativo.

Su corazón otra vez siendo testigo y su estómago golpeando por liberar ese sentimiento repentino.

Sus miradas chocantes entré si, sus latidos al unísonido; que ninguno se percató de los jóvenes estudiantes que miraban con dulce envidia la burbuja de los dos.

Tan perdidos, pero a la ves tan unidos, ellos dos nada más; hasta que Taehyung logró desviar su mirada por detrás del hombro derecho de Jungkook.

Jimin caminando en dirección suya con su  acompañante tomados de la mano, quiso decirle a Jungkook que volteara; pero sus intenciones fueron borradas al ver el dedo índice del peli naranja colocarse en sus labios, fue como si a lo lejos le dijera, “Shh.. No digas nada”.

—¿Taehyung? — le llamó.

Negó con la cabeza, nuevamente centro su vista en la única persona que tenía enfrente, Jungkook le sonrió apretando más su cadera.

Quiso acercarse aún más al castaño, acto que fue detenido por  Jimin.

Una vez Jimin logró acercarse sigilosamente sin ser atrapado por Jungkook, tomó el libro de la mano de Yoongi y sin piedad lo estampó contra la cabeza del pelinegro, no tan fuerte; pero suficiente para que le doliera.

El peli negro inmediatamente cayó al suelo en cuclillas sujetando su cabeza con ambas manos.

—¡Ah! Mierda, hijo de...—grito Jungkook.

Quiso decir algo más; pero al levantarse y darse media vuelta simplemente silencio.

—¿Hijo de que Jungkook? — insinuó preguntando con una leve vos autoritaria.

—Este.. Yo... Puedo explicarlo—balbuceo de manera nerviosa.

—Ven conmigo— le ordenó.

Jungkook camino con Jimin separándose a una distancia considerable, siendo seguidos por la mirada de un Taehyung confundido y un Yoongi que se mantenía aguantando la respiración para no dejar salir carcajadas en voz alta.

La mente de Taehyung esperaba que todo estuviera bién, él no deseaba que sus amigos se pelearán, hasta que su pensamiento fue apagado por Yoongi quien miraba la angustia en el rostro del menor.

—Hey, Tú no te preocupes, eso es normal en esos dos—le comentó.

Él castaño pudo respirar nuevamente con calma, así que lo único que hizo fue sonreír.

Sin embargo, si había algo que no era broma; y eso era el enfado de Jimin.

Los dos ya se encontraban a una distancia algo lejos, suficiente para que el menor no escuchará.

—Mira... —soltó en un suspiro resignado. —Jungkook, no voy a detener tus sentimientos o lo que sea que estés haciendo con Taehyung—declaró.

—Jimin, pero yo... No estoy Jugando con él, si eso te refieres— confeso, entonces supo que estaba Jodido al sonreír inconscientemente por él castaño; misma sonrisa que Jimin noto.