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Seis horas, seis desastrosas, tortuosas y cansadas horas habían pasado de estudio, joder la vida estudiantil es una mierda más si se trata de Jeon Jungkook quien a sabiendas sabe lo mucho que le cuesta no contestarle a la puta profesora de mate.

—Jeon Jungkook aquí, Jeon Jungkook dígame cuánto es ésto, Jeon Jungkook no lancé papel a sus compañeros y blah, blah, blah.—se dijo para si mismo haciendo muecas en total burla y enfado. ¿Acaso esa puta vieja solo tenía Jeon Jungkook en su boca?

—Y aquí vamos de nuevo...—. suspiro Jimin ya cansado de la situación del pelinegro.

Los dos iban caminando en el pasillo directo a la salida del centro educativo. Jimin quería arrancarse las orejas cada vez que Jungkook se ponía quejumbroso, simplemente no lo entendía, si tanto quería que la señorita Lía dejara de molestarlo lo hubiera pensando antes.

—¡Maldita sea! Estoy molesto, ¿Jimin, me estas escuchando? ¡Heey! ¡Tierra llamando a Jimin!—. Grito repetidas veces, Jimin solo fingió una sonrisa y lo volteo a ver cómo si su conversación fuera de lo más importante para él.

—Si... Claro que te estoy escuchando—. le dijo con una mueca torcida a la vez que apretaba sus puños sobre la tela de su camiseta.

—Bien, como te decía esa viej..—. Intento decir, lastima que la paciencia de Jimin no logró tener más control propio.

Jimin simplemente no logró contener todo el estrés que se acumuló con las quejas del idiota de Jungkook, porqué si, idiota era la palabra más cariñosa que le podría regalar a su amigo.

—¡Ah! Santa mierda, ya callate—. Grito tirando de su cabello hacia abajo.

—Pero...

—¡Pero nada! ¡Eso hubieras pensado antes de decirle a la profesora si no la follaban bien! ¡Así que ya cállate la jodida boca!— soltó gritándole.

Incluso los jóvenes alrededor se quedaron boquiabiertos por el repentino grito del menor. Vaya que eso se había sentido bien, bueno.

Jimin sabía que tenía demasiada paciencia; pero Jungkook debía entender que había un límite para ella, toda la jodida semana había escuchado las quejas de Jungkook por el incidente de la maestra lía y vaya que Jungkook se merecía eso.

¿Quién carajos pregunta frente a todo el Salón si a la maestra no se la follan bien? Si, sólo su amigo especial con retraso mental, lo cual era Jungkook.

Luego de haber desahogado todo su estrés en él pelinegro suspiro pesadamente y siguió su camino con el chico a la par con un:— ¿nos vamos?— . A lo cual Jungkook asintió. Jungkook sabia el carácter de Jimin y no era buena idea desobedecer, vaya que no lo era, menos con el estrés de los exámenes próximos.

En la salida ya estaba Yoongi esperando, luego de reunirse de nuevo, supieron de inmediato que faltaba Taehyung.

¿Dónde estába? Esperaron, ya que supusieron que había sido un mínimo retraso por su maestra o algo parecido.

Más no sabían lo que verdaderamente retrasaba al menor, no era una maestra o la clase. Taehyung llevaba dando vueltas como loco en el baño, ¿El por qué? No había un por qué, sino,  mejor dicho por quién...

Llevaba aproximadamente diez minutos dando vueltas repetidas veces, si bien sabia que toda la verdad fue descubierta aún no estaba listo para abrirse con el pelinegro y decir lo que pasaba con su cuerpo. Taehyung sabía que llevar a Jungkook con él, llevaba a la conclusión de decir la verdad.

Pero vaya que antes no lo había pensando a decirle al chico que fuera con él, ¿se arrepentía? Se podría decir que tal vez un poco...

No es qué desconfiara de Jungkook, cuando el mismo le había dicho que le contara sus dudas pero se preguntaba ¿lo aceptará? Bueno Jimin dijo qué sí; pero eso no evitaba que se sintiera inseguro de su cuerpo.

An angel above meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora