Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capitulo 2: Volver a ver a Hades

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Capitulo 2: Volver a ver a Hades

De entre todas las cosas que pudieron pasar, realmente jamás pensé en un reencuentro con Hades de esta forma.

Ni un reencuentro en general de ninguna forma con él.

—¿Estás bien? —lo escuché decir como un suave susurro a mis oídos, tenerlo cerca se sentía muy extraño después de todo este tiempo que estuvimos separados, pero a la vez se sentía como un sentimiento familiar que me hacía latir el corazón muy rápido, como si el tiempo se hubiera congelado por un instante.

«Tienes que moverte, Nube».

Fueron tal vez solo segundos, pero lo sentí una eternidad estar en sus brazos.

Solo fui capaz de pestañear un poco para salir de la impresión de volver a verlo y entonces me solté de su agarre cambiando la mirada a otro lugar para continuar caminando; como si no lo conociera... como si ya no significara nada para mí y con ese gesto le dijera «No me toques», porque realmente ya lo había expulsado de mi vida y me prometí que nunca nadie iba a hacerme sentir así otra vez.

No me arrepentía de haber caído profundamente en el amor, pero sí me arrepentía de haberlo hecho con la persona equivocada.

Un corazón roto dolía más que un dolor físico, porque atacaba tu humor, sentimientos, mente y tu día a día; podía durar meses hasta que lograras superarlo, como fue mi caso.

Una herida demasiado profunda que me dejó en el abismo y mató una parte de mí.

No volví a mirar al innombrable, no valía la pena recordar a alguien que no vio una mejor opción que dejarme como si lo nuestro no significara nada, sabiendo que eso me destruiría, que prometió casarnos, amarme, y me bajó el cielo cuando en realidad no le importó romperme esas ilusiones ni mucho menos verme llorar.

No valía la pena recordar eso, ni mucho menos buscar una respuesta porque era muy clara: yo no le importaba lo suficiente como para seguir luchando por mí, solo me dejó ir.

«Excelente Nube, mantente fuerte, que esto no te afecte».

En medio de la gente y el movimiento fluido de estudiantes ese incidente con Hades no pareció notarse, o al menos eso esperaba, porque no quería preguntas ni comentarios al respecto.

Volví a mi asiento esperando a que continuara la entrega de títulos, mis manos estaban sudorosas, y mi corazón seguía acelerado.

«Respira».

No iba a dejar que él siguiera afectándome el día más feliz de mi vida.

Hades Parker estaba muerto para mí.

Al finalizar el acto, salimos del auditorio, mi familia no pudo venir porque era muy lejos y costoso, había planeado ir unas semanas de vacaciones a mi ciudad para visitarlos porque no los veía desde agosto y ya estábamos en noviembre, pero primero celebraría mi graduación arreglaría los papeles para empezar a solicitar trabajo en alguna empresa y al tener cierto dinero; viajaría.

Me quité las toga porque empezaba a sentir calor quedando en mi elegante vestido color beige, Paola y Leidy estaban con sus familiares tomándose fotos, fui con ellos a saludarlos y luego busqué a Kim, sabía que ella también estaba sola porque su familia tuvo que ir de viajes de negocios, me parecía triste porque de hecho eran Neerlandeses y estaban muy cerca, pero cada quien sabía sus prioridades. La miré hablando con otros compañeros de clases y me acerqué para empezar a tomarnos muchas fotos.

Era nuestro día, por el que tanto nos esforzamos, estaba muy emocionada porque en unas horas tomaríamos un vuelo a Paris, Francia donde tendríamos nuestra celebración de graduación todo el fin de semana allá.

Era todo un sueño.

Casi incluso se me había olvidado de que innombrable estaba cerca, intentaba anular eso de mis pensamientos, pero de vez en cuando me encontraba mirando alrededor para ver si lo veía, pero no estaba.

¿Se habría ido?

«No Nube, ya no pienses en él».

Intenté enfocar mis pensamientos en la celebración de nuestra graduación en Paris, me emocionaba más que tener mi título como Ingeniera Civil, bueno, no, no más que mi título, uhm... creo que estaba al par, me emocionaban ambas cosas.

Kim me abrazó emocionada y dijo:

—Lo logramos, ¿puedes creerlo?

—No, realmente no —dije sintiendo mis ojos cristalizarse, tantas preocupaciones, ansiedad por aprobar los exámenes, por fin se habían acabado, por fin lo habíamos hecho; teníamos el título que tanto nos costó obtener.

Nos separamos y Kim miró alrededor algo confundida.

—Te iba a presentar a mi hermano Florian andaba por aquí—dijo Kim—, uhm ¿dónde está?

Ah, ¿había venido su hermano? Ni siquiera sabía que Kim tenía un hermano, de hecho nunca nos presentó a nadie de su familia porque eran personas muy ocupadas.

De repente Kim miró más allá de mí a mis espaldas.

—Ahí está —continuó diciendo y sonrió al mismo tiempo que se escuchó una voz masculina decir:

—Felicidades a las graduadas.

Voltee hacia la voz encontrándome con un torso fuerte vestido de un suéter negro elegante, fruncí el ceño y tuve que alzar la cabeza para poder mirar su rostro porque estaba muy cerca de mí, y lo reconocí, era...