Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 29: Lo más alejada de Hades posible

Actualización 1/3

Capítulo dedicado a las conejitas: Scarlette, Mika y Leidy Montilla :D

Capítulo 29: Lo más alejada de Hades posible

Al llegar nuevamente a Países Bajos, Paola se quedó durmiendo porque viajaría por la noche de regreso a su ciudad, Leidy en cambio fue también a una entrevista de trabajo a donde aplicó en sus pasantías, habíamos hablado para alquilar un lugar juntas, después de todo eramos las únicas que nos quedaríamos en el mismo estado y podíamos seguir siendo compañeras de habitación para hacernos compañía. Me ponía algo melancólica que Kim y Paola ya no estarían con nosotras después de compartir dos años las cuatro juntas...

...Pero así eran las cosa, cambiaba de un momento a otro y solo nos quedaba adaptarnos a los cambios haciéndonos la idea de que nada era eterno.

Sentía que había entrado a la etapa de cambios y solo me quedaba resistirme sin poder aguantarme de nada; disfrutar el momento.

—¿Estás nerviosa? —preguntó Kim, ella me dio un aventón en su auto después de dejar a Leidy también en su entrevista, ambas quedábamos cerca.

—¿Por qué lo dices? —pregunté frunciendo ligeramente el ceño, sentía que mi corazón estaba muy acelerado, pero intenté calmarme solo mirando hacia la ventana.

—No paras de mover la pierna —comentó.

Me di cuenta de que era cierto y la detuve, tenía tiempo sin mostrar estos signos de nerviosismo, pero era mi primera entrevista.

Estaba algo ansiosa.

—Solo un poco —admití.

—No tienes por qué, ya casi el trabajo es tuyo —dijo Kim.

No le dije nada, después de todo era cierto, el hecho de conocer a los jefes y ser recomendada por ellos me garantizaba un puesto, pero no me garantizaba la experiencia y que supiera todas las respuesta que me indicaran.

Tenía miedo de decir algo incoherente o que me preguntaran cualquier cosa y no supiera una respuesta.

Observé el edificio de vidrios oscuros, el nombre de la empresa RUTTER viéndose en grandes letras a lo alto.

—Es aquí... —susurré sintiendo que empezaba a hiperventilar.

—Síp —dijo sosteniendo la "p" más de lo normal.

—¿Vas a entrar conmigo? —pregunté cuando se estacionó, es decir, ella era una de las herederas, tal vez iba a darle una vuelta a la empresa.

Kim me miró de manera burlesca.

—¿Que soy? ¿Tu mamá del kinder? —me dio una palmada en el hombro dándome ánimos— Entra como la ingeniero que eres, es tu trabajo, no tu primer día de escuela.

Me sentí un poco tonta por como me respondió, pero así era Kim, a veces ligeramente tosca para decir las cosas, mis mejillas se sonrojaron ligeramente.

—Vale, vale. —dije acariciando la carpeta en mis manos que iba a entregar preparándome para bajarme.

—Yo iré al aeropuerto. —comentó Kim.

La miré confusa.

—¿Ya te vas a tus viajes? —dije incrédula, pensé que se iba en la tarde o en la noche, no ahora mismo.

—Sí, desde hoy inicia mi aventura —sonrió orgullosa.

La abracé sintiendo que mis ojos se cristalizaban, ella me correspondió el abrazo con fuerza, sabiendo que probablemente sería la ultima vez que nos veríamos, era su sueño; viajar por el mundo y me agradaba que se le cumpliera, estaba muy feliz por ella y por el rumbo que ahora tomaríamos todas en esta nueva etapa de nuestras vidas.