Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 37: ¿Te gusta el señor Parker?

Actualización 2/2

Capítulo 37: ¿Te gusta el señor Parker?

¿Acaso era una advertencia?

Miré alrededor, le tomé fotos, esto lo guardaría como evidencia a la policía del extraño acoso.

¿Acaso era Melisa? Pero... ¿qué razones tenía ella de hacer esto? Es decir me daba malas vibras y parecía algo rara, pero llegaría a este punto de romperme las cosas sin ninguna razón.

Hades había dicho que la tenía bajo vigilancia pero... ¿por qué?

Como siempre él no hablaba y solo me quedaba pensando.

¿Acaso tenía un acosador anónimo?

Entré al apartamento y lo primero que vi fue a Paola en la sala haciendo yoga, me quedé confundida.

—¿Paola qué haces? —murmuré, es decir en todo mi tiempo conociendo a Paola, jamás la vi aficionada al ejercicio.

—Eso mismo le pregunté yo —dijo Leidy pasando a la cocina y sacando una lata de cerveza, el departamento estaba vacío y la mayoría de las cosas empacados en cajas, pronto nos iríamos.

—Estiro mis articulaciones, es bueno para la salud —dijo Paola y se volteó hacia mí—. Me quedaré unos días con ustedes, porque mi madre tuvo que irse de la casa y no me dejó llave, ella no confía en que me quede sola en la granja.

—¿La puedes incendiar? —dijo Leidy con sarcasmo.

—No, es inseguro —replicó—, no soy tan ruda como tú de darle algun puñetazo a cualquier hombre que se aparezca.

—Ya sabemos que eres debilucha no tienes por qué explicarlo —dijo Leidy girando los ojos.

—¿A veces caes pesado sabes? —replicó Paola.

—Me da igual —dijo Leidy tomando de su cerveza, como siempre, ellas se la llevaban como perros y gatos.

Caminé hacia la encimera dejando los papeles en el mostrador, es decir ya estaba en casa, ya no tenía que estar ocultándome.

—¿Como te fue con Florian , Nube? —preguntó Leidy, de repente sus ojos fueron a mi pecho—, y... ¿qué le pasó a tu camisa?

Uhg.

Bueno, no contaba con que me preguntara.

—Se me rompió. —dije restándole importancia al tema de la camisa y agregué para cambiar la atención:— Al llegar a la empresa todo el mundo me llamaba "la prometida de Florian"

Leidy escupió la cerveza de la impresión.

—¿Uhm? ¿pero se comprometieron? —dijo Paola incrédula.

—No —dije—, no sé, él les dijo a todos que nos vamos a casar y apenas acepté salir con él.

—Pues ¿te molesta? —preguntó Paola—, Florian está muy guapo.

—La belleza no lo es todo, y obviamente que le molesta —dijo Leidy—, apenas aceptó salir con él y se conocen de menos de una semana, y ya él dice que se van a casar, ¿crees que eso está bien, estúpida?

—A veces me irritas —dijo Paola.

Leidy la ignoró y me miró para decir:

—Eso me parece algo desesperado o no lo sé, como si quisiera marcar territorio, ¿qué opinan los demás trabajadores?

Eso de marcar territorio era precisamente lo que hizo, como si quisiera dejarle también en claro a su ex que ahora estaba conmigo, tal y como había dicho Hades.