Capítulo 57: La verdadera cara de los Rutter

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Capítulo 57: La verdadera cara de los Rutter

No podía respirar, mi corazón latiendo frenético mientras sentías mis mejillas picar ante la acumulación de sangre. El señor Halton Rutter apretó el agarre en mi cuello, me alcé hasta estar tan solo en puntillas en la pared intentando liberarme pero en cambio él solo apretó aún más su agarre en mi cuello, su rostro rojo notablemente enojado.

«Va a matarme».

Lo peor era que no podía ni gritar, Hades ya se había ido y Florian estaba de viaje, así que probablemente nadie me vendría a socorrerme.

—No me interesan tus excusas —dijo el señor Halton entre dientes—, esto es simple, si quieres ascender o ser alguien en esta empresa vas a tener que aprender a que no puedes jugar con los Rutter, de lo contrario es mejor que vayas buscando otras opciones porque no permitiré que una puta barata como tú manche el nombre de mi familia.

—Suélteme —murmuré a duras penas mientras luchaba aún con quitarme sus manos de encima sin éxito, mis uñas clavándose en sus manos y luego intentando meterle los dedos en los ojos pero él alejó el rostro.

Empezaba a ver destellos blancos en mi mirada que estaba cada vez más nublada, estaba al borde del desmayo.

—Debes de ser consciente de que debo saber qué tan buena eres para mi hijo —susurró el señor Halton y aprovechó mi desasosiego para acercarse y pasar la lengua desde mi barbilla hasta mi nariz, apreté los ojos percibiendo el olor a tabaco en su saliva y en un último esfuerzo de liberarme aproveché su cercanía para alzar la mano clavando mis uñas en su ojo, el señor Halton se sobresaltó alejando la cara y aproveché para darle una patada directo en la entrepierna con fuerza, él gritó de dolor.

Esperaba que le doliera a ese hijo de puta.

No me importaba que fuera un hombre rico e influyente, solo me importaba sobrevivir.

Lo empujé por los hombros tirándolo al suelo y yo solo empecé a correr recuperando a duras penas el aliento e intentando enfocar mi mirada hacia la puerta sintiendo que corría de un lado a otro de manera inestable.

«Enfoca la vista, un punto fijo, tranquila».

Logré llegar a la puerta y la abrí saliendo completamente despavorida, corrí por las escaleras porque tenía tal descarga de adrenalina que ni recordaba que había ascensores, no dejé de correr hasta que salí de la empresa, si me vieron o me llamaron ni me di cuenta, solo quería desaparecer de ahí. Me detuve al entrar a un bar que estaba lleno de policías y de alguna forma me sentía a salvo, pero no lista para hablar, aún sentía que todo me daba vueltas.

«Respira, calmada».

—Hola, ¿en qué puedo servirte? —dijo la camarera acercándose a mí.

—Agua —dije en un hilo de voz, sentía que mi voz ronca me fallaba.

Ella me miró extrañada y entonces cuando se fue respiré; una profunda respiración, y fue cuando empecé a toser, tosí tanto que casi vomité y tuve que ir al baño encerrándome en un cubículo.

Tenía demasiado asco.

Empecé a llorar estando encerrada ahí, sintiendo que todo mi cuerpo temblando procesando lo que el mismísimo padre de Florian me había hecho.

El presidente de la empresa internacional RUTTER quiso abusar de mí.

Las ganas de seguir en esa empresa finalmente se me desaparecieron, primero Florian poniéndome en una posición incómoda donde me comprometía con él, después el acoso anónimo donde me rompieron mis pertenencias y ahora esto.

Eternamente Tuya (#3) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora