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Capítulo 49: Trago amargo
En cuanto me coloqué el teléfono en la oreja, escuché que dijo:
—Hades —la voz sin duda era de Melisa—, vi a dos de ellos.
¿Dos de ellos? Me quedé muda, sin saber a lo que ella se refería o a lo que estaba hablando, deseando que continuara.
—¿Hades? —preguntó—, ¿estás ahí?
Me sorprendía que le hablara con tanta familiaridad; me sorprendía y me molestaba.
—Señor Parker, para la próxima —dije sin poder detener mi lengua.
Ella permaneció por varios segundos en silencio y preguntó:
—¿Quién eres?
«La que se folla a Hades».
«No Nube, no digas eso, sonarás celosa».
Tenía que intentar calmarme, pero solo el hecho de que llamara a Hades y pareciera familiar a él me hacía enojar.
—¿Qué quieres? —repliqué.
Melisa hizo otra leve pausa antes de soltar con algo de burla:
—Nube Queen, que sorpresa.
—¿Tú crees? para mí no lo es. —dije imitando su tono burlón.
Ella se rió un poco, casi me la imaginaba torciendo la boca en esa sonrisa atrevida que hacía.
—Supongo que tienes complejo de secretaria —dijo ella—. Dile a Hades que lo llamo por nuestro asunto privado, uno del que supongo, no te ha comentado.
Me quedé callada, sentí el cosquilleo de mis mejillas hacerse presente evidenciando la sangre subiendo a mi cabeza, lo peor es que ella tenía razón.
Hades como siempre, no me comentaba qué estaba ocurriendo.
—Sé que debe ser muy triste que te oculte todo querida —continuó diciendo Medusa—, que triste que no seas lo suficiente para él, así que no te ilusiones.
Apreté la quijada, mis manos empezando a temblar.
«No dejes que te intimide Nube».
—Okey, ¿algún mensaje más que quieras dejar para él? —dije intentando mantenerme indiferente— Estamos ocupados.
—Solo uno —respondió con algo de controlada amargura—, dile que me encantó ser su paño de lágrimas, había olvidado lo bien que follaba. Besitos.
Colgó.
¿Qué?
Fruncí el ceño y miré la pantalla del teléfono de Hades como si esperara más respuestas, pero evidentemente no las habría.
Estaba en completo shock ¿Se la había follado? Él me había dicho que lo de ellos fue hace mucho, pero... ¿acaso estuvo con ella en mi ausencia?
Pensando muchas cosas, iba a dejar el teléfono en la cama pero lo que hice fue encender la cámara frontal y fruncí el ceño cuando me vi reflejada en la pantalla y vi una enorme marca enrojecida en mi cuello que sobresalía.
«La marca del cinturón».
Miré mis muñecas, donde estaban las cuerdas, también estaban amoratada, joder, es que lo habíamos hecho tan brusco y fuerte que ni sentí dolor. Me levanté para empezar a cambiarme y me detuve en seco ruborizándome sintiendo que las piernas y la zona de mis caderas temblaba en una extraña molesta.
Sonreí un poco al recordar a qué venía ese dolor, pero la sonrisa se me borró al escuchar la voz de Melisa diciendo: «me encantó ser su paño de lágrimas, había olvidado lo bien que follaba».
Se sentía como una sensación amarga pensar en que Hades hubiera estado con ella en mi ausencia.
«¿Qué pensaste? ¿que guardaría abstinencia como tú?»
Tomé una profunda respiración yendo al clóset y sacando una chaqueta negra que me imaginaba era de Hades que me encontré; cerré el cierre logrando que me cubriera las marcas del cuello y las muñecas.
Interesante y extraña mañana, toda una mezcla de emociones.
Salí a la sala cuando estaba lista con su teléfono en la mano, Hades estaba de pie en la sala, bien vestido con un traje de color azul oscuro que se amoldaban muy bien a su torso musculoso y sus brazos torneados, sus piernas atléticas y ese cul...
Hades se volteó y enfocó sus ojos dorados hacia mí capturando mi mirada, tragué pesadamente saliva, todo ahora se sentía extraño, como si caminara en un fino lago de ligera capa de hielo; como si se fuera a romper en cualquier momento y me fuera a ahogar.
¿Confiaba en este hombre lo suficiente para volver a creerle todo a ciegas? La verdad es que no, desconfiaba mucho por sus múltiples secretos, yo no era la misma chica de la universidad que se dejaba llevar enteramente por sus sentimientos, esta vez algo me impedía entregarme completamente al amor después de tantas heridas.
«Tiempo al tiempo».
Él estiró la comisura de sus labios cuando empecé a acercarme a él.
—Lista chaqueta —dijo.
«Si supieras por qué me la puse».
—Dejaste el teléfono —comenté y extendí mi mano para entregárselo, él lo tomó pero no dejó de mirarme algo confuso ante mi rostro contrariado.
—¿Estás bien? —preguntó Hades.
Quería preguntarle si se había acostado con otra el tiempo que estuvimos separados, pero a la vez no quería enfrentarme a eso.
«Se supone que es el pasado Nube».
Sentía que algo en mí iba a morir y me iba a decepcionar si confirmaba que eso era cierto, que otra pudo provocarlo en un deseo desenfrenado, excitarlo, besar sus labios y probar su enorme pe...
—Nube —dijo Hades al ver que me quedé callada y seria solamente mirándolo y repitió:— ¿estás bien?
«Joder Nube, debes disimular tu enojo».
Pero es que se me hacía difícil estando frente a él, tenía que volver a mi punto de control, ese que me hacía controlar las expresiones y acciones de mi cuerpo.
Me enfrenté a su mirada y admití:
—Contesté una llamada de Melisa.
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SE PRENDIOOOOOOOOOOO
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Eternamente Tuya (#3) (Completa)
RomanceNube Queen se gradúa en la universidad en Ámsterdam y se va de paseo a conocer ciudades cercanas de Europa con sus amigas, cuando un evento inesperado la hace conocer a Florian Rutter un Europeo muy simpático y de buenos sentimientos que se enamora...