Capítulo 28: Baile con satanás (Parte II)

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Actualización 2/2

Capítulo 28: Baile con satanás (Parte II)

Apenas abrió los labios acaparó toda mi atención.

—El último día que te vi, no quería dejarte, no quería traicionar mis promesas —dijo Hades—. Kora te recordó, intentó atacarme, y desapareció, mandé a buscarla pero no hubo éxito, temía que te hiciera daño si te encontraba ella tenía serios problemas mentales, no me lo hubiera perdonado si te hubiera dañado por mi culpa.

Fruncí el ceño ¿No era más fácil decirme todo eso a dejarme con el corazón roto y un vacío existencial? Claro que Hades era nuevo en esto de las relaciones y por su condición muchas veces era muy áspero, pero aún así, como terminamos todo fue horrible. Me destrozó.

Cosas que superé en los dos años sola, me volví a construir, pero el recuerdo dolía mucho.

—Por eso necesitaba mantenerte lo más lejos posible de ella —continuó diciendo Hades—, así eso significara alejarte de mí.

—Hades —suspiré—, pudimos hacerlo juntos, pudiste venir conmigo.

Lo veía lógico, pudieron haber más opciones, pero él simplemente decidió alejarme de él, de su vida y de todo.

Solo se desapareció.

—Mi vida no está en Europa —dijo Hades— y no podía hacer que te quedaras en América, no podíamos ser egoístas con el otro, simplemente no era el momento de estar juntos.

Sentí mis ojos cristalizarse al escucharlo decir eso, porque recordé lo que me dijo aquella tarde cuando fue la última vez que nos vimos hace dos años, aun recordaba su voz como un eco al decir: «Los corazones cuando están llenos de amor sincero, se vuelven a encontrar».

Y aquí estábamos.

Pero el problema era que no sabía si realmente ahora yo tenía corazón que ofreciera amor.

Me sentía vacía.

El muro de mi ego y mi orgullo me impedían ceder a siquiera perdonarlo.

—Kora se suicidó de sobredosis hace un año, y supe que estabas por graduarte, así que por eso me permití volver, porque parece ser el momento indicado —completó diciendo—, además de que ya estando graduada, no hay una barrera que nos impida estar juntos.

¿Se había suicidado? Oh, vaya...

Tragué pesadamente saliva cuando dijo lo demás, que esperó a que me graduara porque ahora sí era el momento... pero yo no lo sentía así, yo sentía que era una nueva etapa para empezar cosas nuevas.

—Yo. —respondí.

Hades me miró confuso sin comprender y le expliqué:

—Yo soy la barrera.

Él bajó la mano en mi cintura un poco y me estremecí cuando me pegó a su pecho para dar una vuelta conmigo, alcé la vista a sus ojos dorados en toques verdes y bronces envueltos en unas espesas pestañas, esos ojos que tan bien recordaba y que tenían miles de recuerdos, miles de emociones, miles de experiencias que nos vinculaban...

Fue exactamente en ese momento que sentí una presión rara en mi pecho cuando por medio instante percibí que el tiempo disminuyó los segundos y estábamos solo los dos bailando lentamente, como si fuéramos eternos, nadie más existía en nuestro pequeño universo donde solo había un sentimiento de plenitud.

Hades pareció percibir lo mismo que yo porque noté una ligera expresión de conmoción, mi corazón estaba acelerado, él alzó la mano y apartó un mechón de mi cabello hasta detrás de mi oreja y susurró:

Eternamente Tuya (#3) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora