XIV

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El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, por más que quedará un trimestre para que termine el ciclo

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El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, por más que quedará un trimestre para que termine el ciclo.

Por más que estaba enojado con Quackity por no haberle dicho nada, ya que el joven finalmente confesó que habían sido varias veces las golpizas, que no era la primera, Willyrex ayudó a acelerar el cambio de escuela, recomendando una con orientación artística, cuyo director era amigo de él.

Según sus palabras, un hombre extravagante y apuesto llamado Staxx.

A la semana, ambos chicos comenzaron de nuevo, en un lugar más verde, con gente tocando guitarras bajo los árboles, acompañados de otros que cantaban letras inventadas, más personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamara su atención.

Luzu le había regalado un nuevo cuaderno, está vez más bonito que el anterior, con tapa dura para que pueda escribir donde sea, y con su nombre grabado en la tapa para que todo el mundo supiera quién era.

Luzu recordó cómo había estado sonriendo todo el día, a pesar del dolor de su labio, sonrío hasta que se acostumbró a ese dolor, y le agradeció escribiendo en ese mismo cuaderno, siendo las primeras palabras "Gracias, Luzu".

Quackity palmeó el brazo de Luzu, señalando en dirección a un chico tocando un saxofón, con otro chico en silla de ruedas frente a él.

Luzu sonrío al ver a Quackity sonreír por eso, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar, por más que al chico no le doliera, a Luzu sí.

Por decisión de Quackity, se hicieron amigos de aquellos dos chicos primero.

el saxofonista se presentó como Rubius, y el otro chico con cabello pelinegro como Vegetta.

Luzu se presentó por los dos, con algo de miedo al decir que Quackity era mudo, pero los dos chicos no lo tomaron como si fuera una discapacidad, un problema, un error.

Por primera vez Quackity encontró a alguien más que Luzu que lo trate igual que el resto.

Para el final del día ya eran amigos, y hasta Rubius llegó a prestarle su saxofón a Quackity, instrumento que el chico sopló muy fuerte y casi se cae hacia atrás por lo aturdido del sonido, pero Luzu se había apresurado a sostenerlo.

Eso provocó risas, porque Quackity había sido muy adorable con su cara de susto.

A Luzu se le seguía derritiendo el corazón cada vez que veía la risa silenciosa de Quackity.

Y estaba feliz de haber llegado a un lugar donde podría verla más veces.

Y estaba feliz de haber llegado a un lugar donde podría verla más veces

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Mute ๑ Luckity ①Donde viven las historias. Descúbrelo ahora