LXXIX

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Esto contiene un poco de 🍋




La mano de Luzu fue hacia el bulto marcado bajo la ropa interior de Quackity, un jadeo escapó del mudo por el sorpresivo tacto

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La mano de Luzu fue hacia el bulto marcado bajo la ropa interior de Quackity, un jadeo escapó del mudo por el sorpresivo tacto.

El mayor comenzó a acariciar el pene de su novio, con la tela en medio, recorriendo su longitud de la base hasta la punta, de forma lenta, comenzaba a girar cada vez más su mano alrededor del mismo, escuchando la respiración de Quackity acelerarse.

Sentía su miembro cada vez más duro por sólo darle placer a Quackity.

Ya con el eje del otro erecto, Luzu atacó el cuello de su novio, dejando marcas de amor, mientras giraba a ambos para apoyar a Quackity sobre la cama.

Con él debajo, sus besos descendieron, pasando por sus clavículas a su pecho.

Luzu alzó las caderas de Quackity, quien abrió sus piernas inconscientemente, quedando el castaño entre ellas, sintiendo la erección del chico contra su vientre bajo, mientras su miembro era presionado contra el trasero del mudo.

Luzu llegó a los pezones de Quackity, lamiendo, al mismo tiempo que daba una pequeña embestida con sus caderas.

Escuchó escapar un gemido y sonrío.

Se movió contra las nalgas del otro, haciendo fricción, con su miembro duro y aún atrapado en sus bóxers.

Quackity sentía los espasmos de placer que hacían vibrar a su miembro cada vez más con cada movimiento de Luzu sobre él, quién no había dejado de poseer sus rosados pezones con su boca.

Con ambos erectos, el castaño los dejó para subir hacia su rostro, mirando con placer la expresión de Quackity, quién pedía más, quería más.

Toda la vergüenza se había ido, y era eso lo que Luzu quería lograr.

El castaño volvió a tomar los carnosos labios de Quackity, mientras simulaba embestidas, escuchando los gemidos que eran ahogados por el beso, que aumentaban conforme hacía los golpes con sus caderas más duros.

Sin cortar el beso, Luzu deslizó sus dedos debajo de la ropa interior de su novio, bajandola de a poco, dejando la erección de Quackity libre.

Hizo lo mismo con sus bóxers, aunque mucho más rápido.

Quackity quiso desviar la vista hacia abajo, pero Luzu tomó una de sus mejillas haciendo que lo mirara.

— No mires, sólo disfruta.

Esta vez, Luzu hizo que ambos miembros se tocaran, friccionando su hombría contra la del otro, escuchando un gemido bajo por parte de Quackity ante la sensación.

El castaño llevó dos de dedos hacia su boca, lubricandolos generosamente con su saliva.

Quackity no entendió bien el porqué, hasta que, segundos después, Luzu dejó sus dedos para llevarlos hacia su entrada, ya algo dilatada por el placer.

Mute ๑ Luckity ①Donde viven las historias. Descúbrelo ahora