Mute ๑ Luckity ①

XLVI

— ¡Vamos Quackityyyy— Rubius lo sacudió con emoción, haciendo que el mudo trastabillara—. Vayamos a comer un helado— Rubius aplaudió, sonriendo ampliamente.

Al día siguiente, Rubius estaba empeñado en hacer sentir mejor a Quackity, a lo largo de la mañana le había regalado dulces, le había hablado muchísimo y sonriendo aún más, pero no había logrado absolutamente nada, el chico seguía con esa aura de tristeza con la que había cargado esos días.

Quackity sólo negó.

Desde que Luzu no había vuelto a aparecer, Quackity sólo se comunicaba con negaciones y asentimientos, ya dudaban siquiera si traía su cuaderno en la mochila.

— Quackity quizás quiera ir a clases, Rubius— habló Vegetta.

— ¡A la mierda las clases! ¡Quackity quiere helado!

El mudo se encogió de hombros.

Los otros dos se miraron, no había caso.

Quackity estaba deprimido a causa Luzu, y la única persona que podía animarlo era él, aunque ni siquiera tenían señales de vida.

— ¡Chicos!

Los tres miraron hacia Staxx, quién venía a paso apresurado con unos papeles en sus manos.

— Buenas tardes— habló cuando ya estaba frente a ellos—. ¿Sabes porqué Luzu se cambiará de escuela?

Los tres chicos no tenían palabras.

Quackity sintió su corazón romperse, sus ojos se llenaron de lágrimas.

— ¿Qué?— preguntó Rubius.

— Su madre acaba de venir para hacer los trámites— alzó un poco los papeles—. Tengo que certificar el pase todavía, pero no lo entiendo... Luzu es muy buen estudiante, le va muy bien en todas las materias, no sé por qué querría cambiarse, así que les quería preguntar si tuvo algún problema o algo así...

Staxx miró a Quackity, supo qué había dicho algo malo cuando el chico mudo comenzó a llorar.

— Oh, Quackity, no, lo siento, yo no-

Pero Quackity lo había empujado y había salido corriendo antes de que pudiera siquiera acercarse.