Mute ๑ Luckity ①

LXXXVIII

La madre de Quackity estaba preparando comida para todos, mientras, comían papás fritas entre otras chatarras para entretenerse.

Habían puesto música, aunque la habían bajado para poder hablar cómodamente.

Quackity se notaba cansado, así que estaba sentado sobre el regazo de Luzu, mientras su cabeza se apoyaba en el hombro de su novio, quien lo sostenía rodeando su cintura con un brazo, mientras con una mano acariciaba sus cabellos, haciendo que sus ojitos se cerrarán.

Pero la charla estaba bastante interesante para dormirse, así que se despertaba de golpe, aunque Luzu volvía a acomodarlo.

— ¿Willy es idiota?— preguntó Rubius, aunque la pregunta resultó retórica—. Digo, Staxx es muy bueno con él, y no sé desde hace cuantos años son amigos... Habló tan bien de él que parece que estuviera enamorado, pero después sale con Fargan...

— ¿Sale con Fargan?— preguntó Luzu, sin creerlo.

— No— Rubius hizo una mueca—. Son algo así como amigos con derechos, por lo que entendí— miró a Vegetta, quien asintió.

— También entendí algo así— dijo—, pero es como que es fiel a su amigo con derecho... Como si fueran algo pero no son nada.

Luzu suspiró con hastío, negando con la cabeza.

— Que imbésil— dijo—. Pobre Staxx...— murmuró, y los demás asintieron.

— ¿Se enteraron eso de que no capta las indirectas?— preguntó Rubius.

Quackity y Vegetta asintieron, recordando lo que les había contado el moreno el día que fueron a la piscina.

— Dios... Díganme, ¿Qué no es más directo que te pida que le bajes los pantalones con la excusa de que se te atascaron?.

Luzu soltó una carcajada.

— Una vez a Quackity le pasó eso— recordó con gracia cuando, durante un verano, en la playa, se habían puesto unos shorts de jean y se habían atascado con su malla y su lindo trasero; haciendo que el pelinegro también lo recordara, ruborizándose y cubriéndose el rostro con sus pequeñas manos— Owww~— no pudo evitar decir el castaño, por lo adorable del gesto, dejó unos besos sobre las manos del chico.

— No se pongan melosos— dijo Rubius, con una mueca.

— Si te pusieras así con Vegetta a mí no me molestaría— dijo Luzu.

— A mí tampoco— concordó Vegetta, inclinándose hacia él, con sólo encontrar sus miradas Rubius se ruborizó.

— Como que Staxx nunca regresó del baño— murmuró Luzu, recordando al mayor.

— Se perdió en el retrete— comentó Rubius, a pedido de Vegetta, tenían las manos juntas, y se había acercado más a su silla, teniendo el rostro de el chico a pocos centímetros de su mejilla.

— Iré a buscarlo— dijo Luzu, pero se detuvo cuando Quackity negó.

— Yo— dijo el pelinegro, levantándose del regazo de su novio.