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— Qué hija de puta— bramó Rubius, con todo su corazón, cuando terminó de escuchar la historia de Luzu

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— Qué hija de puta— bramó Rubius, con todo su corazón, cuando terminó de escuchar la historia de Luzu.

Vegetta y Quackity alzaron las cejas ante el insulto, aunque Luzu no estaba sorprendido.

— Bien, bien, siempre family friendly— Rubius rodó los ojos—. Qué descendiente femenina de la mujer del pueblo, ¿Va?

Quackity tardó unos segundos en reír, rompiendo la seriedad, haciendo que los demás tuvieran una mueca divertida.

— Eres raro— murmuró Luzu; inconscientemente, buscó la mano de Quackity para tomarla, entrelazando sus dedos—. Pero ahora puedo estar más tiempo con Quackity, todo el tiempo, en realidad, su madre no deja que me vaya.

— ¿Y qué hay de tu madre?— preguntó Vegetta.

Luzu se encogió de hombros.

— Ella no puede hacer nada, ya soy mayor de edad, legalmente soy independiente— dijo.

Ambos asintieron.

— Nos preocupamos cuando no volviste a aparecer— murmuró Rubius, aunque su mirada fue un momento a Quackity, en realidad, estaban más preocupados por el chico mudo que por la falta de Luzu.

El mayor entendió el gesto, y también miró al pelinegro, encontrándose con esos ojitos como de perrito abandonado, Luzu alzó las manos que tenían unidas, besando el dorso de la mano de Quackity, y dedicándole una sonrisa.

— Lo siento— volvió la vista hacia el castaño y al otro pelinegro—. No podía hacer nada, mí madre estaba con el celular encima todo el día.

— ¿Ella veía todos los mensajes que te mandábamos?— preguntó Vegetta.

Luzu asintió.

— Sip... Además de que seguramente reviso las conversaciones anteriores— Luzu suspiró, incomodo—. ¿Recuerdan la vez que nos juntamos, y que Rubius y yo terminamos un poco ebrios?

Los otros dos tardaron un momento en recordar.

— ¿Cuando Rubius comenzó a sacar foto de todo lo que hacíamos?

Luzu asintió.

— Y videos... Entre ellos uno mío vomitando— habló con una sonrisa vergonzosa.

Rubius abrió los ojos enormemente.

— No me digas que los vió...

El castaño asintió.

— Bien, si tú madre vió esas cosas y sigues vivo, entonces tienes la mayor suerte del mundo.

— Bien, si tú madre vió esas cosas y sigues vivo, entonces tienes la mayor suerte del mundo

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Mute ๑ Luckity ①Donde viven las historias. Descúbrelo ahora