III

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La Señora Lightwood y sus hijos bajaron del carruaje y entraron al salón comunitario. Jace vestía de colores obscuros, Max combinaba diferentes tonos de gris, el vestido de Isabel era blanco como el de todas las demás jóvenes y Alexander portaba colores azul rey en toda su persona, una regla más al ser doncel, pues en eventos públicos los donceles debían usar ese único color para avisar a todos, si su vestimenta no era lo suficiente evidencia que eran defectuosos. Lo que la sociedad consideraba una falla.

– Eres fácilmente diez veces más hermoso que todos los hombres aquí

Dijo Alexander a su hermano adoptivo

– Oye

Reclamo Max pero ninguno de los dos le hizo caso. Jace en cambio se rió de la opinión de su hermano.

– Tú eres hermoso, Yo soy Apuesto.

Corrigió el rubio, pues hermoso era una palabra muy poco masculina.

Alec iba a decir algo cuando la gente comenzó a abrir paso a un trío de personas. Su madre al lado suyo comentó a la esposa de Sir William Bellcourt.

– Creí qué la Señorita Fairchild estaba soltera y en busca de un hombre.

Dijo pues a su lado caminaban dos hombres muy guapos.

De su lado derecho venía un moreno, alto y musculoso, de cabellos oscuros.
Del lado izquierdo un rubio platinado de piel clara y ojos negros.

– El rubio es su medio hermano, el joven Jonathan Morgenstern. Y el moreno es nada más y nada menos que el Coronel Magnus Bane, dueño de medio Derbyshire y una fortuna de diez mil libras al año.

Isabel pegó un pequeño grito escandaloso colgándose del brazo de Jace muy emocionada por los otros dos hombres.

– Diez mil libras

Dijo la hija de la señora Lilith, la señorita Camille Bellcourt quien era amiga del doncel.

– No te emociones querida, ese hombre es cien porciento homosexual.

La desanimó su propia madre a lo que la Señora Lightwood le dió un codazo a su hijo en las costillas.

– Saca el pecho

Le dijo al doncel que la vió con horror pero ante la insistente mirada de su madre no tuvo remedio y se paró derecho.

A lo lejos, Clarissa Fairchild escaneó la multitud hasta que su mirada se detuvo en alguien.

– Es el ángel más bello que mis ojos han visto

Dijo fijando sus verdes orbes en un rubio muy guapo que destacaba sobre todos los demás.

– Sonríe mucho

Discutió Magnus con una mueca de desagrado siendo apoyado por Jonathan.

La chica comenzó a caminar con la tela de su vestido blanco ondeando alrededor con cada zancada. Los hombres a sus espaldas no tuvieron de otra que seguirla.

– Buenas noches

Saludaron a todos. De inmediato la Señora Lilith respondió.

– Buenas noches, señorita Fairchild, le presento a la Señora Lightwood y sus hijos, Jace, Max, Isabel y Alec Lightwood.

Dijo haciendo un gesto que abarcó a los cuatro hijos y la señora.

– Es un placer conocerlos. — y aunque lo dijo en general, no podía despegar la vista del rubio — Joven Jace, ¿sería tan amable de concederme las dos siguientes piezas? Si es que no tiene ningún compromiso, claro.

Orgullo, Prejuicio y Vampiros #malecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora