20: Without Beginning

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6 años

Steve estaba manejando, mientras Xenia iba a su lado y Eileen en su asiento especial, aunque ya estaba grande la seguía sentando en este por cualquier cosa.

Estaba pasando desapercibidos, ya que las cosas no iban también y lo último que querían era que supieran su secreto.

-Dime, Wanda...-siseo Natasha en los asientos junto a la niña.-¿Quienes era?, ¿Cuántos son?. ¿Que querían?.-

Sky se acomodo mejor de tal forma que podia ver a las dos.

Agradecía la tecnología ya que su hija estaba concentrada en una tableta mirando una de sus películas favoritas, mientras unos auriculares adornaban su cabeza.

El ruido atreves del móvil no dejaba que Wanda pudiera hablar bien.-No sabemos...-hubo silencio.-Atacaron a Vision, pero logramos salir con vida.-

-Necesitamos saber dónde están, para ayudarlos.-exclamo Xenia.

Wanda suspiro.-Hay que vernos en la estación de trenes.-pidió.-Mandare la ubicación por mensaje.-

Steve dio un vistazo por el retrovisor.-Por favor manténganse a salvo, vamos en camino.-

Acto seguido la llamada se colgó.

Todo era demasiado bueno para ser perfecto.
Eileen había estado creciendo lo doble de su edad, era exactamente igual a sus padres, después de aquel episodio de rareza que tuvo, no se volvió a repetir más.

Rogers estiró su mano hasta darle un apretón en la pierna a la rubia.-Estaremos bien.-

Esta bajo su vista con una sonrisa de lado no muy convencida, llevo sus manos a la de Steve que descansaba en su pierna para acariciarla.

No iba a negar que estaba muy asustada, no por ella, si no por su hija, era pronto para traumarla de esa forma.

Y como si fuera poco, un impacto hizo que el auto se sacudiera con brusquedad, Steve estaba luchando por mantener la estabilidad de la camioneta, Xenia giro hacia los asientos de atrás, mirando a Eileen inerte a un en la película, Natasha estaba sosteniendo el asiento, pero aún así la rubia envolvió a Eileen en una capsula de sus poderes, entre rojiza, azul y dorada.

Una capa de polvo, se levantó alrededor de ellos, quedaron justo al inicio de un puente, la parte trasera del auto, había roto la parte de concreto de este, haciendo que la llanta trasera derecha estuviera a centímetros de quedar en el aire.

Sky regresó en si desabrochando su cinturón de seguridad.

-Me quedaré con, Eileen.-masculló.-No se preocupen por nosotras estaremos bien.-les aseguro.

Steve le dio una mirada por el retrovisor.-Gracias.-

Ambos rubios bajaron con rapidez, agitando la nube de polvo a su alrededor, era demasiado densa y no dejaba ver la cosa que los había impactado.

No era un ataque directo a ellos ya que, al rededor del puente había gente corriendo y autos en mal estado, por fortuna el puente no había sufrido tanto daño y la estructura toda vía aguantaba.

Cuando su vista pudo enfocarse a través del humor se dieron cuenta que eran una especie de criaturas extrañas, completamente raras para Steve. Ya que Xenia, sabía que era.

-¡Son Outriders!.-grito hacia el rubio.-Son inteligentes y sumamente agresivos.-saco de su chaqueta de cuero negro su spear.

-Hay que tratar de ayudar a las personas y proteger el auto.-dijo Rogers.

Ambos a sintieron así mismos.

Las personas corrían de un lado a otro en el puente ya que los Outriders, eran demasiados, colgándose del metal de este tanto en las alturas como en el piso, los gritos y rugidos no se hacían esperar.

Natasha estaba alerta ante cualquier situación, que pasará a su alrededor, podía ver cómo sus amigos iban de un lado a otro, peleando con esos aliens y ayudando a la gente.

Un golpe en el techo del auto la asustó, subió su vista para ver como el metal crujía justo arriba de ellas.

Eileen, se distrajo de la pantalla, subiendo su vista a la pelirroja y quitando los auriculares.-¿Ya llegamos, tía Nat?.-

-No, aún no.-respondió ocultando su voz nerviosa.-Continúa mirando la película, nena.-

La pequeña asintió volviendo a la suyo, el auto comenzó a moverse hacia un costando cuando aquella cosa salto, Natasha trago en seco, al ver como se estaba tambaleándose hacia el agua, con un brinco perfecto y casi desapercibido logró cruzarse hacia el otro lado de Eileen para tratar de equilibrar el peso.

Skylith paro en seco al ver aquella escena, su corazón latió con fuerza.

-Steve, perdón.-susurro por el auricular.-Se que habíamos dicho que no utilizaría mis poderes pero no puedo perderlas.-

-¿De qué hablas?.-masculló, mirando a su alrededor. Hasta dar con el auto.-Hazlo, estaremos bien.-

Él sabía que no llegarían si corrieran.

Así que Xenia activo sus poderes comenzando a levitar en el aire, esquivo unas cuantas cosas, yendo a toda velocidad, hasta que un Outriders que se lanzó del aire la tacleo cayendo junto con ella al piso y provocando que el suelo retumbara lanzó escombros y haciendo que la camioneta cayera.

-¡Nooo!.-grito con ira hacia este.

En un rápido movimiento lo enrredo entre las cosas de colores que salían de sus manos, hasta explotar su cabeza salpicandose de sangre, sus ojos eran negros pero volvió en sí en cuanto escucho la camioneta entrar en contacto con el agua y sin más fue hacia esta para elevarla por los aires, pudo ver como Natasha hacia lo posible por cubrir a Eileen y no se diera cuenta de lo que pasa a su alrededor.

Se sintió con gran alivio por aquel gesto,de su mejor amiga.

...

Llegar con Clint, había sido todo un reto. Sky, tenía listo su uniforme negro, al igual que Steve y Natasha.

Abrocho su cinturón mientras salía por la puerta principal de la casa de los Barton's.

Su hija estaba corriendo de un lado a otro con un cometa sujetado por un hilo, el aire lo hacía volar, estaba riendo con los hijos de Laura y ella.

-Tranquila, te prometo que la cuidaremos bien, Sky.-aseguro Clint.

-Todo había sido genial, tratamos de darle la mejor y más normal vida posible a Eileen, hasta ahora.-suspiro.-Hicimos de todo para que no tuviera que pasar por esto.-

-Steve y tu son buenos padres, estoy seguro que Eileen esta agradecida por eso.-exclamo.-Se que estará orgullo cuando sepa que ayudaron a salvar vidas y al mundo en más de una ocasión no tienen por qué atormentarse.-

Meller, fijo su vista en Eileen que estaba frente a su padre, este se agachó para tomarla en brazos y cargarla, el viento alborotaba sus mechones rubios.

-Gracias, Clint, en verdad apreciamos este gesto.-le dio una suave sonrisa.

Pará después caminar hacia su familia.

-Claro que si, cariño, cuando regresemos, podremos hacer todo lo que tu quieras.-afirmó Steve hacia su hija.

-¡Escuchaste Mami!.-chillo Eileen.-Papi ya lo prometo.-rió.-Ya quiero que regresen.-

Extendió sus bracitos hasta rodear el cuello de ambos con cada uno de ellos y dejar un beso en sus mejillas.

Xenia tenía sus ojos rojos aguantando las lágrimas, por que sabia que todo podría pasar.

Se quedaron platicando un momento más con su hija, por que nadie quiere separarse, pero sería muy egoísta de su parte no ayudar a los demás.

........

F A M I L Y      |Chris Evans|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora