16: Marry Me

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Primer trimestre

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Primer trimestre.

Eileen estaba dormida cerca del pecho de Steve, los suaves movimientos de la silla aceleraron el proceso al igual que los latidos de su padre.

El rubio, lanzó un suspiro mirando la habitación de la pequeña, tenía todo lo que una vez pudo soñar, una chica que amaba con locura, al igual que a su pequeña hija y su casa de campo tranquila.

Podía acostumbrarse a eso, amaba esa parte de su vida.

Aunque había una pequeña cosa que no podía permitirse olvidar por nada del mundo.

Era un super heroe, con villanos que quería matarlo o en su caso capturarlo, que el gobierno quería su cabeza al igual que la de Xenia.

Estaba prófugo y había una suma muy buena por él y sus amigos. Ya estaba cansado de estar ocultándose y cuidándose de todos.

Pero al sentir el calor de la pequeña en sus brazos, aguantaría por mucho tiempo si eso le permitiría poder seguir teniéndola para contemplarla y verla crecer.

Se levantó con cuidado del asiento para sujetar a Eileen con delicadeza y dejarla en su cuna. Se aseguró que todo estuviera en orden, para bajar a la sala.

Apenas llegó el olor a comida invadió sus fosas nasales, el aroma era delicioso, la rubia estaba en la cocina preparando el desayuno.

El tiempo que tenían era algo corto, ya que hoy volverían a ir a Wakanda ya que Eileen había cumplido los 3 meses humanos, que para ella eran 6 meses. Ya podía sostener su cabecita y sentarse sola.

-Vaya que ese libro de comida si que te estan ayudando. -masculló Steve juguetón hacia su chica.

Xenia resoplo, soltando una risita sarcástica.-Es que tú no cocinas también que digamos.-

El rubio, negó acercándose a ella para dejar un pequeño beso en sus labios.

...

En definitiva los chicos se habían confiado de más, pensaron que las cosas aun seguirían igual de tranquilas que antes y que posiblemente podían salir un poco por que ya se habían olvidado de ellos.

Pero vaya que estaban equivocados.

-Sujetensé.-gruñó Steve moviendo bruscamente el volante.

Eileen iba en su asiento para autos muy bien acomodada.

El cuerpo de ambos chicos se fue hacia el lado derecho del auto con firmeza, Rogers dio vuelta en U.

Los estaban siguiendo dos camionetas blindadas color negro. Hasta el momento no disparan pero eso era solo cuestión de esperar.

Para ambos lo que importaba ahora mas que nunca era su hija. No querían que supieran que existía por que entonces el gobierno o sus enemigos le pondrían precio.

F A M I L Y      |Chris Evans|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora