Jeremiah
Estamos saliendo de la casa en medio del bosque antes de que se haga de noche. Caleb aún sigue sin explicarme por qué aquel hombre intentaba hacerle daño, lo que me está causando un poco de ansiedad, pero supongo que debo de darle su tiempo para hablar. Esto es muy loco, estamos cruzando nuevamente los árboles que pasamos hace unas horas, sobre su bicicleta, pero en esta ocasión los estamos dejando atrás. Por supuesto que no puedo evitar pensar lo peligroso que es la idea de contratar a un completo desconocido como mi guardaespaldas, y más después de todo lo que presencié hace unos minutos, pues podría estar relacionándome con un asesino, o un abusador, y aunque mi instinto (la parte menos confiable de mí) me dice que Caleb no es una mala persona, mi lado racional infiere que todo esto es un error.
Llegamos al restaurante en el que nos conocimos, y ya lo he decidido: Le voy a decir a Caleb que el puesto como guarda espaldas ya no está disponible. Bajo de la parrilla de su bicicleta cuando esta no está en movimiento, y me paro a su lado mientras lo veo ponerle una cadena para asegurar la al unirla a una barra de metal. Estamos aquí, porque le pedí a mi tía que enviara un auto para que me recogiera en este lugar, y mientras espero que vengan por mí, intento romper el hielo, pero las palabras de Caleb suenan primero que las mías.
―Yo... ―Aprieta sus puños mientras su mirada está clavada en el suelo―. Le debo dinero a ese tipo, ya hace varios meses.
― ¿Cuántos exactamente?
― Casi siete ―me responde―. Lo conocí en un momento de mierda, mi vida era todo un desorden y... ya sabes... necesitaba algo que me ayudara a lidiar con todo el caos.
Sus palabras me dejan pensando. Puede que no lo haya dicho de manera explícita, pero creo saber a qué se refiere cuando dice "necesitaba algo que me ayudara a lidiar con todo el caos".
― ¿Entonces por eso quieres el trabajo? ―le pregunto.
Como respuesta él asiente, y cuando alza la mirada noto que sus ojos verdes están llenos de ansiedad.
―Si esto es cuestión de dinero, puedo darte lo que necesites ―le propongo―. Ya no sé qué tan buena idea sea lo del trabajo, lo siento.
―Quiero el trabajo ―responde con una seguridad que está desconectada de su mirada―. Ahora soy yo el que te debe una, tú me salvaste.
― ¿No sería irónico que contratara a alguien al que salvé, como mi guardaespaldas?
― Lo sería ―admite de inmediato―. Pero sé que por alguna razón me lo propusiste hace unas horas, debió haber un por qué, no fue nada aleatorio, y también estoy seguro de que todo lo que pasó con ese tipo te dio una pésima imagen de mí, pero nada de esto pasaría en otro lugar, porque lejos de aquí no soy nadie, solo necesito alejarme, y una oportunidad para empezar de nuevo.
Quizás no le dé la razón en voz alta, pero muchas de las cosas que él acaba de decir son más que ciertas, como, por ejemplo, el por qué le propuse trabajar como mi guardaespaldas. La explicación a esto es simple, la última vez que mi tía contrató seguridad personalizada para mí, aquel hombre se volvió mi sombra, estaba detrás de mí cada segundo, y en ningún momento sentí que podía respirar sin pensar en la probabilidad de hacer algo mal y que él se lo comentara a ella, no hubo un instante en el que me arriesgara a visitar un lugar diferente a los que habitualmente voy por miedo a que él se lo informara, pero todo esto sería diferente si yo eligiera a una persona para que estuviera encargada de "protegerme", y en especial, si ese alguien deseara distanciarse de toda su vida. De cierto modo comprendo a Caleb, él quiere huir, y hace varios años atrás, eso fue lo único que yo quise hacer después del incendio que se llevó la vida de mis padres, del mismo que me mostró mi lado más oscuro, pero ahora en lugar de ser el que corre, yo puedo ser quien le de la mano a quien está intentando escapar.
ESTÁS LEYENDO
Hasta la última nota
Genç KurguJeremiah Fisher es una estrella pop en ascenso. Su nombre inicia a ser de los más buscado en Google, y su fandom, de los más reconocido de internet. Al contrario de la mayoría de famosos de su edad, él rara vez es pillado haciendo algo socialmente c...