Intercambio (Soukoku & Shin Soukoku)

17 - El Omamori

—¿Dices que todo esto fue un puto plan?

Nota mental: Cuando lo viera, le daría a Dazai una patada en las bolas.

Chuuya estaba furioso, y su mano estaba tan fuertemente apretada que parecía que podría romperse sus propios dedos. Ranpo dio un sorbo a su vino.

—Bueno, ya lo conoces —Dijo—. Él es así. No pienses que lo hizo porque no le importas; es todo lo contrario. Lo hace por ti.

—¿Por mi? —Preguntó, aún enojado— ¿Dices que se dejó atrapar para que le sacarán sangre y experimentaran con su habilidad, por mi?

—Bueno, si lo dices de esa manera, no suena convincente.

—No estas ayudándome, Ranpo.

El de ojos verdes se rió un poco.

—Verás, Dazai no me dijo nada, porque sabía que yo lo iba a deducir. Además, como ya sabes, no es seguro decirle nada a nadie si Fyodor está entrometido.

El pelirrojo se relajó un poco, y notó como el detective ponía una cara de desagrado. Supuso que debía sentirse dolido en su orgullo; Dostoyevski había logrado confundirlo y engañarlo, a él y a todos en la agencia. Incluso desde prisión se entrometía en sus vidas, con sus malditos planes de dominación mundial.

Bueno, hasta allá tampoco, pero se entiende.

—No sé dónde está Dazai —Declaró Edogawa—, pero sé en dónde estará.

Chuuya enarcó una ceja.

—¿Ah, sí?

—¿Conoces la gala de Química?

—No. ¿Qué mierda es?

—Es un evento para los científicos que investigan las habilidades —Ranpo se inclinó a él, dándole a entender que era una información sumamente confidencial—. Varias naciones participan en él. Es una gala en donde se exhiben y subastan experimentos, químicos, incluso armas.

—¿Dazai estará allí? —Susurró Nakahara.

—No, pero allí estarán quienes lo secuestraron, y tendrán consigo esos venenos de alteración de habilidades.

—¿Esos "venenos" son las sustancias que Dazai me pidió que investigara?

—Así es. Verás, el propósito de ellos es darles a personas comunes la posibilidad de experimentar las habilidades especiales. Se han dedicado a hacer pruebas desde hace mucho tiempo, porque como ya sabes, hay algunas habilidades que no pueden transmitirse. Pero entonces se dieron cuenta de que en lugar de otorgar habilidades, para algunas personas sería más útil anularlas.

—Indigno de Ser Humano... La habilidad de Dazai...

—Exacto.

Chuuya se quedó en silencio.

—¿Dónde y cuándo será la gala?

—En Tokyo. Te mandaré la dirección por mensaje, ya tengo tu número —Levantó su celular sonriendo pícaramente—. En cuanto a la fecha, será en una semana, el dieciocho. Creo que puedes hablar del tema con tu amigo, el de los limones. Él podría conseguirte las invitaciones. En cuanto al resto... Son detalles.

Chuuya esbozó una sonrisa resplandeciente y se levantó de su asiento.

—Ranpo, eres increíble. Te consignaré la mitad de mi sueldo para que te compres tus dulces, o lo que quieras.

El pelinegro también sonrió.

—Es un placer hacer negocios.

Nakahara se acomodó el sombrero y se dio media vuelta.