Intercambio (Soukoku & Shin Soukoku)

20 - Habilidad Conjunta

—¡ABAJO!

Por la rápida reacción del ejecutivo, los tres pudieron evitar lo que pudo ser una trágica y temprana muerte. Mientras cundía el caos y el pánico, ellos se ponían a cubierto a gachas, evitando que los hirieran. La gente corría enloquecida en todas direcciones, uno que otro inocente cayó fulminado por alguna bala.

Chuuya, Akutagawa y Atsushi gatearon rápidamente y se escondieron tras un muro, jadeando.

—Mierda —Dijo el azabache—. ¿Qué hacemos ahora?

—¿Llamamos a los refuerzos? —Sugirió Atsushi— Sería un buen momento para irnos.

—No podemos irnos todavía —Negó Chuuya, con el rostro perlado de sudor—. Todavía no... ¡Akj! Mierda...

Tardíamente se fijaron en el costado del mayor, que estaba empapado de sangre. Los dos adolescentes palidecieron.

—Oh, mierda...

Chuuya trató de incorporarse sin éxito, la herida era bastante grave. Aún así, se mantuvo firme.

—Esos hijos de puta tienen balas especiales —Masculló—. Deben haberlas alterado con ese maldito veneno anulador. No puedo usar mi habilidad.

—¡Hay que llamar a Yosano-sensei! —Exclamó Atsushi— ¡Ella debe poder hacer algo!

Tomó su teléfono y marcó un número, pero nadie le contestó. Lo intentó de nuevo otra vez y el resultado fue el mismo. La llamada no salía.

—Seguramente cortaron la señal o algo —Mencionó Akutagawa—, o a lo mejor tienen algún usuario de habilidad que impide la comunicación.

—Eso no importa ahora, lo que importa es recuperar esa fórmula y confiscarla —Cortó el pelirrojo.

—¿Y por qué no destruirla? —Cuestionó el tigre.

—Porque si tenemos la sustancia intacta, Kajii y la doctora Yosano podrían hacer algo para revertir el efecto.

Se quedaron callados un momento, pero el ruido que provenía de la sala principal era incesante. Disparos, gritos y golpes se oían sin parar. ¿Podrían salir de ahí sin perder la vida?

—Escuchen, esto es lo que haremos —Dijo Chuuya, con una mirada feroz—. De ninguna manera podemos permitir que se lleven el veneno de aquí. Lo más probable es que vayan a llevarlo en helicóptero, por lo que deben subir hasta el último piso. El ascensor está bloqueado, yo me encargué de eso, así que deben estar subiendo por las escaleras. El edificio tiene unos diez u once pisos, y considerando lo importante que es la caja para ellos, no lo están haciendo de manera apresurada. Así que deben ir en el piso cinco, subiendo al seis.

—Es muy arriba, llegarán pronto.

—Tal vez, pero tú eres un tigre, Atsushi. Si te adelantas y subes por las paredes de afuera llegarás antes que ellos. Debes detenerlos y evitar que se vayan.

—¿Y yo que haré? —Preguntó Akutagawa.

—Tú debes ir por Osamu. Está en el templo Senso-ji, a un par de cuadras de aquí. No te costará nada encontrarlo, confío en ti.

—Pero ¿y usted?

—Estaré bien, Akutagawa. No puedo utilizar mi habilidad, pero sigo siendo el mejor artista marcial de la mafia.

—¡Pero está herido! —Protestó Atsushi.

—¡No hay tiempo de preocuparse! El tiempo apremia, deben confiar en que estaré bien. Yo no puedo hacer nada, pero ustedes sí. Deben correr.

Nakajima y Akutagawa se miraron dudosos, pero al final se decidieron y se levantaron.

—Iré por Dazai-san —Accedió el azabache.